MAGAZINE DE DISEÑO, CREATIVIDAD GRÁFICA Y COMUNICACIÓN

“Astigmatismo”.
Animación contra viento y marea


astigmatismo0p01El ilustrador Nicolai Troshinsky ha puesto todo su empeño en sacar adelante “Astigmatismo”, un cortometraje de animación clásica en fase de producción que, a día de hoy, carece de presupuesto y financiación, pero que se hará realidad pase lo que pase y caiga quien caiga.
“La diferencia entre el crowdfounding y mi propuesta es que mi proyecto se va a hacer”. Nicolai Troshinsky es contundente cuando se trata de defender la idea a la que ha dedicado varios años de su vida: un cortometraje de cuatro minutos de duración, créditos incluidos, realizado con técnicas tradicionales de animación en el que participan diferentes autores –que desconocían las características del proyecto en el que estaban colaborando– y que podría rodarse en cualquier lugar del mundo pero que va a ser producido en Madrid. Publicado en Visual 158


“La idea surgió cuando estaba acabando mis estudios de realización cinematográfica en Francia. Envié la propuesta a los colaboradores a principios de 2010 y a mediados de ese año ya tenía un animátic. Ahora tengo que hacer la producción final que podría haberla hecho en Canadá o en Francia, porque allí tengo contactos, pero quiero hacerlo aquí justamente por lo difícil que es sacar adelante proyectos de este tipo en Madrid, que es la comunidad que menos ayuda destina a estas iniciativas. Es mejor hacer cosas donde no se están haciendo que hacerlo en un lugar donde se están generando muchas cosas. Quiero hacerlo aquí para demostrar que es posible”.
Para poder llevar a cabo el proyecto, Nicolai ha optado por la micro financiación pero, en lugar de hacerlo a través de las compañías habituales dedicadas a este tipo de transacciones, ha preferido montar su propia página (www.astigmatismo-shortfilm.com), sus reglas y sus obsequios a los inversores y que van más allá que el cortometraje en DVD.
“Hacer un crowdfounding es muy fácil. Cualquiera se apunta a una página, dice ‘tengo una idea maravillosa, necesito tanto dinero’ y ya está. El problema es que en, mi opinión, eso tiene poca credibilidad porque ¿serás capaz de llevar a cabo esa idea? Mi propuesta es otra: ya hay un proyecto, la producción está en marcha, se va a hacer de todas maneras pero tú te puedes sumar para hacer que el proyecto sea mejor.
Además, haber abierto mi propia página web, que lleva trabajo y obliga a hacer una inversión, creo que también transmite que el proyecto es mucho más serio”.

Además de estas diferencias con el sistema convencional de captación de aportaciones, la propuesta de Troshinsky tiene otra serie de minidiferencias, como la de obsequiar a los inversores de manera inmediata desde el momento mismo en que se entra a participar en la producción y sin necesidad de esperar a que el proyecto esté acabado. Además, a medida que aumenta la cantidad recaudada, se van liberando obsequios que son recibidos por todos los que colaboran económicamente, independientemente del momento en que se incorporaron al proyecto.
“No ofrezco un cortometraje como producto, estoy ofreciendo un cortometraje como servicio, como proceso. Te van a llegar noticias de cómo va, podrás ir viendo partes a medida que se vayan acabando. La persona que colabora económicamente, está involucrada de manera muy cercana al desarrollo del trabajo y al creador”.
Astigmatismo, que es el título del proyecto, narra la historia de un niño que pierde sus gafas y comienza a verlo todo desenfocado. De hecho, es este efecto óptico el motor que impulsa la narración y sobre el que reposan el resto de elementos como la música o los efectos de sonido, aunque los responsables de esas áreas desconocieran estos hechos cuando las desarrollaron.
“Me gusta hacer las cosas de manera distinta. Haciendo las cosas de manera diferente se consiguen resultados diferentes. Por eso, para el cortometraje elegí a personas cuyo trabajo admiro y les propuse trabajar de manera aislada, sin que sepan qué es lo que les estoy pidiendo exactamente y sin que sepan cómo va a encajar su trabajo con el del resto de participantes.
En el fondo, no es tan complicado porque toda esa gente ya hace el tipo de trabajo que quiero. Por ejemplo, la chica que hace los decorados es una ilustradora que hace paisajes y es su universo gráfico el que quiero, aunque sí es cierto que ella no sabe cómo van a interactuar los personajes con sus decorados. Lo mismo sucede con el diseñador de sonido, al que le pedí una pista de sonido de dos minutos para un cortometraje que no existe y sobre la que ya podré yo imágenes posteriormente. He querido dar libertad total a mis colaboradores y ahora mi labor es desarrollar esos diseños y traducirlos a algo que sea posible animar. Esa es otra de las razones por las que la trama es deliberadamente sencilla. Debe poder ocurrir cualquier cosa porque el proceso de creación está basado en el ensayo y error”.

A través de la libre asociación de ideas, Nicolai va construyendo escenas. Primero decide la estructura rítmica, después incorpora los decorados, posteriormente los puebla de personajes y finalmente, coloca a los protagonistas, que interactúan con un mundo que ya existe. Ese es el proceso a través del cual se ha generado un animátic de Astigmatismo, la maqueta que se enseña a los posibles inversores y la que servirá de guía al posterior rodaje.
“Quiero rodarlo físicamente porque toda la historia se sustenta sobre el efecto del desenfoque y eso precisa de una lente de verdad porque, con procesos digitales, no queda lo bastante bonito. Hacerlo en película o cámara digital no tiene tanta diferencia. La cámara digital no es vídeo, que era uno de los problemas de antes; es foto con una resolución superior a 35mm. Haciéndolo foto a foto, con una cámara media, la calidad es enorme. Lo importante es la óptica y suficientemente caro es un objetivo profesional como para además meterse a hacerlo en cine. No lo podría pagar”.
Una vez rodado, comenzará una nueva aventura para Troshinsky, tan dura o más que la obtención de fondos o la producción: la difusión de Astigmatismo entre el gran público y los festivales.
“Mi intención es hacerlo visible en internet de forma gratuita porque necesito un público, quiero que lo vea gente. Obviamente, también quiero enviarlo a festivales, pero a aquellos que permitan que pueda estar en internet al mismo tiempo, porque esa exclusividad de los festivales de que solo se pueda ver en ellos, es un lastre de otra época. No quiero quitar ocho meses mi corto de internet mientras esté rodando por festivales, porque eso es el privilegio de unos pocos para el perjuicio de muchos y no sé si quiero apoyar a certámenes que tengan ese planteamiento.
Luego también tengo intención de venderlo en descarga, por un precio muy pequeño, y en copia física, de las que voy a hacer muy pocas, a un precio bastante elevado con intención de obtener fondos para financiar el próximo cortometraje”.

Escuchando a Troshinsky es un hecho que, como decíamos al principio de este artículo, Astigmatismo se hará realidad en un plazo de tiempo relativamente breve. Ahora solo falta que las aportaciones consigan cubrir la totalidad o, al menos, la mayor parte de los nueve mil euros que precisa para conseguir que el cortometraje tenga el acabado que soñó cuando lo puso en marcha.
“Mi planteamiento es ambicioso porque, cuando comencé con el proyecto, no me puse límites técnicos. Siempre pensé que conseguiría el dinero para rodarlo como fuera. Podríamos decir que está planteado desde el punto de vista bastante idealista”.

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