MAGAZINE DE DISEÑO, CREATIVIDAD GRÁFICA Y COMUNICACIÓN

El brillo del diseño europeo


Un año más, presentamos una selección de los trabajos galardonados en los European Design Awards. Este certamen, nacido en 2007, presume  –con razón– de ser el que mayor impacto mediático consigue: la composición del jurado –compuesto por editores y directores de dieciocho revistas europeas especializadas en diseño gráfico– garantiza una amplia cobertura.
Texto: Beatriz San Román.
Publicado en Visual 164


Dice el diseñador y crítico de diseño Mario Gagilardi que el diseño es una conversación con una situación. Con esta cita en mente, un vistazo al palmarés de la última edición de los European Design Awards permite pensar no solo en la salud del diseño gráfico europeo, sino también en la situación en la que este se desenvuelve. No queda apenas espacio para las extravagancias y excesos que antaño tanta admiración producían. El diseño, hoy más que nunca, reivindica su papel de solucionador de problemas, poniendo la creatividad al servicio de la función que debe desarrollar. Ya no llama la atención sobre sí mismo, sino sobre el producto o información a cuyo servicio se pone. Entre las más de un millar de piezas presentadas en esta edición, las piezas destacadas por el jurado no brillan bajo la luz de la última tendencia, sino del trabajo pausado y reflexivo.
Por primera vez en la historia de este certámen, el premio Agency of the Year fue para un estudio alemán, Jäger & Jäger, mientras que la distinción Best of the Show fue para el trabajo del histórico Studio Dumbar para Alzheimer Nederland. El premio Jury’s Prize, con el que el jurado distingue aquel trabajo que mejor comunica la función e importancia del diseño, fue en esta ocasión para un estudiante: el noruego Marius Hauken, con el trabajo realizado en la Bergen Academy of Art and Design y titulado “Same shit, different wrapping”, que propone un rediseño de la Wikipedia para móviles y tablets.
Holanda, con cinco oros, doce platas y quince bronces, fue el país que acaparó más premios, seguido de España y la República Checa. Sorprendentemente, a pesar del descenso en el número de trabajos españoles inscritos en esta última edición (apenas una cuarentena), España consigue asomarse al podium de los países con mejor diseño. A los oros conseguidos por el delicioso libro Gráficas cárnicas de Andreu Balius, la imagen gráfica de la hamburguesería Kiosko del estudio Mondrey Sin, el trabajo de Sánchez Lacasta Edward Hopper, el cine y la vida moderna para el Museo Thyssen-Bornemisza y el informe anual del Grupo Hefame de Eduardo del Fraile, se suman la plata de Atipus para las etiquetas de vino de las Bodegas Nazaríes y los bronces de Autoescola Ferrer (Bisgràfic), los dentífricos ia (Eduardo del Fraile) y la revista Mongolia (Fernando Rapa Carballo). A ellos hay que añadir siete nominaciones, que también serán publicadas en el catálogo oficial de los premios. Una excelente cosecha para un año de escasa siembra.

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