MAGAZINE DE DISEÑO, CREATIVIDAD GRÁFICA Y COMUNICACIÓN

Estudios superiores de diseño en Andalucía


En el curso 2012-2013 diez escuelas empezaron a impartir los estudios superiores de diseño con carácter experimental. Esta decisión política era de espoleta retardada. Por un lado, no tenía mucho sentido arrancar con una carrera a la desesperada entre las escuelas, por otro era un sinsentido que lo hicieran a coste cero, esto es, sin dotación presupuestaria añadida.
Publicado en Visual 168

En aquel momento las escuelas no se plantaron, aceptaron el absurdo reto que desde la Junta de Andalucía se les proponía. Quizá fue ese el error. Aunque no era fácil, hubieran tenido que hacer frente común, pues una decisión así dejaba en inmejorable posición a quienes rompieran el pacto.
Y como era de esperar, la bomba de relojería ha acabado por estallar. El pasado 23 de abril se ha publicado una resolución de la Secretaría General de Educación por la que se establece la relación provisional de las escuelas de arte propuestas como centros autorizados para impartir con carácter definitivo los estudios superiores de diseño, en la que se comunica que tan sólo dos de las diez escuelas de artes (las de Cádiz y Almería) seguirán con estos estudios.
Vaya por delante, en primer lugar, la felicitación a las dos escuelas elegidas. Y el deseo de que pueda llegarse a una solución en lo que respecta al resto de escuelas. Pero dicho esto, la solución no puede ser la de café para todos: es importante que existan buenas escuelas de diseño, no muchas escuelas de diseño.
De momento, a las legítimas movilizaciones de protesta se le une un manifiesto –una recogida de firmas online, que es lo que se lleva ahora–. Se cuestiona el proceso y la decisión, que imaginamos será recurrida también por los cauces administrativos y, llegado el caso, legales. Se sugieren intenciones tales como que Los intereses de los alumnos han sido totalmente pasados por alto: la presente y futura demanda, su entorno físico, sus expectativas, su porvenir, o la Junta de Andalucía vuelve a favorecer a la enseñanza privada, dejando en desventaja a aquel alumnado que no pueda o quiera hacer frente a su coste. Se hace difícil aceptar argumentos que no constituyen sino juicios de intenciones por parte de las escuelas perdedoras, ¿dirían lo mismo en el caso de que ellas hubieran sido las elegidas, quedando las demás relegadas?
El enfoque nos parece desafortunado y erróneo. Todo manifiesto debe ofrecer una alternativa o proponer una solución. Posiblemente no la hay. Aunque les quitaran a Cádiz y a Almería los estudios superiores para dárselos a Sevilla y Málaga, por ejemplo, el problema seguiría siendo el mismo. Existió un error de planteamiento que a nadie parecía mal en su momento, y la solución no puede venir por satisfacer a quien mayor presión mediática y popular genere.
Por todos estos motivos, las personas que formamos parte de las Escuelas de Arte de Andalucía y que creemos en la educación pública, gratuita y de calidad, iniciamos las medidas oportunas y las acciones necesarias, para crear una campaña publicitaria y defender nuestros derechos como diseñadores. Así acaba el manifiesto. Sin proponer nada, sin ofrecer alternativa alguna. Es triste.
Y no podemos obviar que se hace necesario un debate abierto y profundo acerca de la enseñanza del diseño en nuestro país. Habrá que plantearse si el modelo de atender únicamente las demandas del mercado laboral (operarios de diseño, no diseñadores) por el que están optando la mayoría de los centros privados y públicos es el idóneo. Convendrá establecer si es necesario que todos los diseñadores vengan con su título superior cuando la demanda laboral está hoy mayoritariamente en los diseñadores técnicos y de oficio. Los profesionales ya han repensado su profesión, ¿no deberían hacer lo mismo las escuelas?

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