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European Design Awards 2014 ¿La Roja afloja?


Por octavo año consecutivo, el jurado de los ED Awards se reunió para destacar entre las más de mil piezas presentadas lo mejor del diseño y la ilustración europeos en el último año. Holanda, por segundo año consecutivo, fue el país que más galardones obtuvo, mientras que el estudio portugués R2 se llevó la distinción de Agency of the Year. España, con la menor participación en la historia del certamen, consiguió cuatro trofeos.
Publicado en Visual 169


A pesar de que la participación española en los European Design Awards nunca ha sido masiva, tradicionalmente ha sido un certamen que se les daba bien. El año pasado, en el que ya se notó un fuerte descenso de inscripciones españolas, una de cada cinco de ellas consiguieron un premio. En esta ocasión, con solo 27 piezas presentadas a concurso, la cosecha ha sido menor: cuatro bronces que han recaído sobre David Torrents, por el diseño de la instalación interactiva BruumRuum!; el estudio El Paso Galería de Comunicación por el logotipo del centro veterinario Vetclan; ESIETE, por las ilustraciones de perfumes para Santa Eulalia, y la agencia segoviana Audacia Comunicación, también por un trabajo de ilustración, en este caso para la marca Sushicatessen.
Al igual que en la edición anterior, Holanda, –esta vez con cinco oros y un total de treinta y dos premios–, ha sido el país más laureado, seguido de cerca por Alemania y Austria (cuatro oros cada una) y por Noruega y Portugal (tres). La distinción Best of the Show fue para Studio (Noruega) por su trabajo de identidad visual para el Bergen Festival, que ganó también un oro en la categoría de implementación de marca. El estudio afincado en la ciudad de Oporto R2 fue proclamado Agency of the Year. Entre sus trabajos destaca el rediseño de la Jornal Arquitectos, que sale airoso del difícil reto de recortar costes e imprimir en blanco y negro una revista de arquitectura.
Más allá de los rankings informales por países, las competiciones internacionales de diseño que celebran una edición anual permiten detectar tendencias y enfoques que traspasan las fronteras. O, al menos, así era hasta hace unos años. Tras contemplar las piezas presentadas en esta edición, es difícil apuntar líneas concretas de trabajo, salvo quizás en el packaging de aceites de oliva. Es este un sector donde, en los últimos años, los productores griegos e italianos habían apostado tan fuerte por el lujo y la exclusividad, que muchos envases más parecían frascos de perfumes caros que otra cosa. Ahora, sin abandonar el carácter exclusivo de las gamas destinadas a la exportación, el lujo busca evocar lo artesanal, lo que se traduce en formas y materiales -–como la cerámica– de regusto rural. Lo que sí se observó en las sesiones del jurado de esta edición era un más alto nivel general en la mayoría de las categorías, lo que seguramente tiene tanto que ver con el momento actual como con la consolidación del certamen. Texto: Beatriz San Román

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