MAGAZINE DE DISEÑO, CREATIVIDAD GRÁFICA Y COMUNICACIÓN

La Tortillería. Diseño mexicano con sabor internacional


Desde la ciudad mexicana de Monterrey, La Tortillería desarrolla un diseño con vocación internacional
que soluciona problemas creativos de clientes de todo el mundo. Y muy bien, además.
Cuando Zita Arcq se vio en la necesidad de buscar trabajo, se presentó en uno de los periódicos más importantes de su ciudad. Nada más entrar en la sede del diario, se dio cuenta de que el entorno era sumamente corporativo, con estrictos horarios, con demasiadas reglas y con una filosofía que no compartía.
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Salí y tiré la solicitud de empleo en el primer basurero que encontré. Decidí que jamás trabajaría en un lugar así. Siempre tuve claro que haría lo mío, cuenta Zita al recordar la experiencia.
A finales de 2003, después de haber realizado unas prácticas profesionales en el estudio Menosunocerouno, Zita decidió alquilar junto a otros amigos un local con intención de habilitarlo como estudio de pintura. Se trabajaba en óleo, temple, técnicas mixtas y además podíamos hacer nuestros trabajos como freelancers. Dicho lugar era una antigua fábrica de tortillas, así que, cuando Zita y sus compañeros de estudio tuvieron que buscar un nombre para su estudio, no lo dudaron demasiado.
Situada en la ciudad mexicana de Monterrey, La Tortillería es una agencia y estudio de diseño especializado en resolver problemas creativos “contra viento y marea”, que maneja una estética con vocación internacionalista que, ni bebe de las artes gráficas populares mexicanas que tan de moda estuvieron hace unos años, ni de las últimas tendencias del diseño actual.
Aunque la cultura y estética mexicana es única e irrepetible, nunca ha sido de nuestro interés representarla en lo que hacemos. Probablemente hay esencias de nuestra cultura que permean lo que hacemos, sin embargo, creo que la estética que tenemos va más allá de nuestra cultura. También va más allá de las tendencias del momento. Nuestro trabajo es la suma del conocimiento, la cultura y los gustos del estudio completo y lo hacemos así, sencillamente, porque nos gusta.
Monterrey es una de las principales ciudades mexicanas. Si bien no es la capital del país, la ciudad tiene un importante tejido industrial y una localización privilegiada, a pocos kilómetros de la frontera con Estados Unidos. Dos hechos que La Tortillería ha sabido capitalizar a su favor.
Monterrey es un buen lugar para un estudio de diseño. Hay muchos emprendedores, start ups, gente con ganas de trabajar y muchos estudios de diseño emergentes. Para nosotros ha sido siempre nuestra casa, lo que no impide que más de la mitad de nuestros clientes no se encuentren en Monterrey, ni siquiera en México.
Estados Unidos es uno de los países en los que más trabaja La Tortillería. Un hecho que no es imputable a una mera cuestión de cercanía, sino al buen trabajo del estudio, como demuestra que, además del Vecino del Norte, sean clientes de otros países, incluso fuera del continente americano, los que recurran al estudio mexicano a la hora de resolver sus problemas creativos.
Nuestra página web está en inglés y españo, y nuestras redes sociales solo en inglés. Desde hace ya varios años lo hemos hecho así, pues la gran mayoría de nuestros clientes están fuera de México. Los más están en Estados Unidos, pero también en muchas otras partes del mundo como Australia, Canadá, Kuwait, Emiratos Árabes, Inglaterra… Aunque sí hemos viajado a Estados Unidos por trabajo para resolver algunos proyectos, la gran mayoría de los encargos podríamos resolverlos a distancia, tanto en México como en el extranjero. Aquellos que nos contratan lo hacen porque nuestro trabajo no se siente como mexicano sino como ‘foráneo’, como internacional.
El trabajo de La Tortillería abarca casi todas las ramas del diseño. Desde el editorial hasta la comunicación, pasando por colaboraciones con artistas y, muy especialmente, el desarrollo de packaging. Algo que se ha vivido no como una estrategia planificada sino como una evolución natural del estudio y sus miembros.
Aunque la dinámica del mercado podría hacer que nos sintiéramos presionados a cubrir otras áreas del diseño, al final ha sido decisión del estudio no dar ciertos servicios con los que no nos sentimos cómodos. Esto hace que tengamos un equipo estable que se mantiene e incluso crece pero, para algunos proyectos, preferimos colaborar con gente externa, como fotógrafos, ilustradores, tipógrafos, diseñadores industriales, programadores web o sumarnos a estudios que se involucran en otras disciplinas que nosotros no trabajamos, como sucede con nuestra agencia hermana en Chicago, que se dedica a hospitality e interiorismo. Al desarrollar con ellos un trabajo en colaboración, la suma de las partes enriquece mucho más el resultado.
Una de las cosas que se les da muy bien a La Tortillería es el branding, entendido como un servicio global que abarca desde la decisión del nombre del producto o empresa hasta el diseño y desarrollo del packaging, cuando el proyecto así lo requiere.
En la mayoría de los casos, nosotros hacemos el naming. Cuando eso sucede, todo el proceso es mucho más interesante y el resultado más cohesivo. De hecho, me parece de igual importancia el proceso de naming que el proceso de diseño. Luego, en el caso del packaging, dependiendo del proyecto, trabajamos desarrollando nosotros los envases desde cero o adaptándonos al sistema de producción del cliente. Ahora mismo, por ejemplo, estamos esperando iniciar producción de una botella de mezcal que diseñamos junto con un diseñador industrial también de Monterrey.
El mezcal es una bebida alcohólica obtenida del agave, una planta originaria de México que se caracteriza por sus hojas carnosas. Como sucede con el brandy, el champán o el cava, la producción de mezcal está regulada por una norma del gobierno mexicano que podría ser el equivalente de la denominación de origen española o comunitaria. Este hecho no solo garantiza la calidad del mezcal, sino que permite el desarrollo de gamas premium que precisan de un packaging y una imagen de marca de altísima calidad. Un sector cercano al del lujo en el que La Tortillería se desenvuelve muy cómodamente, como demuestran sus trabajos para la línea de medicinas derivadas del cannabis Seven Points o el dispensario de marihuana terapéutica de alta calidad situado en Chicago, Flora Medex.
Trabajar con marcas premium ha sido otra cosa que también se ha dado de manera natural, aunque posiblemente responda a nuestro estilo de diseño, a nuestra estética o nuestros gustos personales. Sin embargo también trabajamos con muchas marcas comerciales que requieren un tipo de enfoque diferente y disfrutamos de igual forma el proceso.
Grandes marcas, pequeños clientes, casi cualquier disciplina del diseño… Con una actividad tan intensa y amplia, resulta difícil imaginar cómo evolucionará La Tortillería o a qué nuevos retos se enfrentará en el futuro.
Personalmente, me encantaría hacer la identidad de un museo y seguir haciendo proyectos relacionados con el cannabis. Además de eso, nos gustaría desarrollar más proyectos en los que La Tortillería participe en forma de sociedad. Ahora mismo hay dos compañías con personalidades muy distintas de las que formamos parte, concretamente, una marca de productos de belleza y otra de barras de energía. Estamos convenidos de que llegarán más proyectos y colaboraciones de este tipo. Publicado en visual 195

Texto: Eduardo Bravo

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