MAGAZINE DE DISEÑO, CREATIVIDAD GRÁFICA Y COMUNICACIÓN

Marco Battaglini. Clásicos tuneados


Quizá fuera el hecho de nacer en Verona (en 1969) lo que imprimió a Marco Battaglini ese carácter romántico que impregna sus obras, no en vano es la ciudad donde transcurre la acción de Romeo y Julieta pero desde luego que la pasión de su vida no encontró una oposición familiar como la que abocó a la tragedia a los célebres personajes de Shakespeare.

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¿Qué hizo que quisieras convertirte en artista, Marco?
– Siempre me ha gustado el arte. Soy hijo de artistas y todos mis estudios han sido en las Artes.
En el Liceo Artístico de Verona recibió una educación que le ha servido de base para desarrollar su particular lenguaje visual, basado en la combinación de la estética moderna con el academicismo de la pintura y la escultura clásicas, cuyas figuras interactúan de forma renovada en un nuevo contexto. Ver al imponente David de Miguel Angel convertido en modelo publicitario de una marca de calzoncillos nos da la clave de esta propuesta que invita al espectador a participar en el juego de decodificar los resultados según su cultura e imaginación. Si Umberto Eco definía el arte figurativo como una obra cerrada en la que el artista había explicado suficientemente su significado, esta colección consigue escapar a la definición ya que subvierte la lógica espacio-tiempo dejando la obra abierta a la interpretación.
Por ejemplo, la ilustración Another Brick in the Wall presenta un tema mitológico que no transcurre en la antesala del Olimpo, como en el cuadro original que se exhibe en el Louvre de París, Les Nymphes de Parthénope emportant leurs pénates sur les bords de la Seine cuyas figuras destacan en la vacuidad del éter tal como las plasmó Charles Meynier en 1827, sino que parece transcurrir en los suburbios de una metrópoli donde el ingrávido grupo de hadas virginales, más que preocupadas en preservar sus penates, parecen buscar una salida para escapar de allí. Y eso es lo que persigue Battaglini, revisitar las imágenes que a su juicio merecen disfrutar de una nueva vida, integrándolas en una plasticidad urbana que pueda darles otras lecturas.
Después de trasladarse a San José (Costa Rica) en 1994, emprendió la época más activa de su producción, tanto de piezas únicas en técnica mixta como de obra gráfica en diferentes formatos, y el libro ArtPopClassic publicado en 2015 con cerca de 60 planchas de este estilo, en el cual la belleza de la forma clásica –tachada a menudo de cursi– contrasta con la expresión salvaje de las técnicas espontáneas, autodidactas y antisistema como dos caras de una misma moneda.
– Ninguno de los dos orbes debe ser ninguneado sino que ambos han de ser exhibidos, y me he comprometido en ello.
En base a este principio se yuxtaponen las figuras de Superman con El Arcángel San Miguel de Luca Giordano (It’s like a jungle sometimes) se descontextualiza al Pastor Paris del malogrado pintor francés Jean Germain Drouais (Tanta potentia formae est), y se muestra un joven romántico sosteniendo una lata de Sopa Campbell (Pienso, luego no me dejan existir) para que no quepa ninguna duda de que son mistificaciones que buscan el amparo de la estética del cómic y la cultura Pop, como nos lo explica el propio artista:
– Me propongo combinar elementos que pertenecen a diferentes tiempos, lugares y culturas con el objeto de ampliar el rango de posibilidades del observador y estimular así su imaginación. He llegado a la conclusión de que la imaginación lo es todo, es el vehículo que nos lleva donde queremos estar y nos ayuda a crear nuestra realidad, así que mi arte pretende ser el vehículo que te permita volar más allá de las estructuras lógicas.
Cada una de las obras de Marco Battaglini ofrece una serie de detalles que permiten al espectador descubrir nuevos significados tras una lectura cuidadosa y resuelta a transcender las barreras del tiempo y el espacio. Sus pintores favoritos seguro que nos han cautivado alguna vez por el excepcional dominio del dibujo, la luz y el volumen, aunque no siempre nos hayamos decidido a reconocerlo públicamente pues son aquellos que triunfaron en su época y quedaron relegados luego en aras de la modernidad y las vanguardias. Parece que uno no entiende lo suficiente de arte si acaba teniendo los mismos gustos que su cuñado o la portera del bloque, pero también es verdad que es una bobada tratar de disimular que hay artistas adornados de un talento tal que están por encima de cualquier consideración, uno de ellos es el academicista francés William-Adolphe Bouguereau, del que Battaglini ha tomado numerosos préstamos, y aprovecharemos para disfrutar de algunos: La Noche” (que ha integrado en la ilustración Let’s go crazy) La Aurora (Back to nature) Joven defendiéndose de Cupido (El eterno juego), y con ese mismo tema pero llevado a un extremo cómico, el que quizá sea su cuadro más conocido Le Guêpier (Aude aliquid dignum) que muestra a una joven sufriendo el bulling de siete amorcillos que pugnan por que caiga enamorada. Otro de sus óleos más populares es, sin duda, El Nacimiento de Venus (Memento Audere Semper) una alegoría muy adecuada para el lucimiento de las habilidades del magnífico estilista que es William Bouguereau.
Se considera que el tema de Venus emergiendo de las aguas sobre una caracola lo inició el pintor Apeles de Cos a principios de nuestra era, ese es precisamente el momento que revive la ilustración titulada Reality leaves a lot to the imagination (La realidad deja mucho a la imaginación) basada en el cuadro Apeles pintando a Campaspe de Nicolas Vleughels.
Campaspe era la concubina predilecta de Alejandro Magno quién, al ver la pintura, quedó tan complacido por la forma en que el maestro la había plasmado que se llevó el cuadro pero le permitió quedarse con la modelo, dando por sentado que la pintó con tanto esmero porque la deseaba. No le faltaba razón, Apeles la eligió para que hiciera el posado de Afrodita por ser una sílfide de mítica hermosura, aunque ese detalle se nos puede pasar por alto ya que la modelo de Vleughels responde a los gustos orondos de 1716, y el resultado del cuadro, según Battaglini, es una belleza cubista a lo Rossy de Palma. La reacción que hubiera tenido Alejandro Magno al ver esta pintura es impredecible, lo más probable es que hubiera echado a Apeles a los leones.
También adquiere una cierta comicidad la obra Il reggiseno è uno strumento democratico (El sujetador es una herramienta democrática), que nos traslada al taller de otra celebridad artística de aquella época, el pintor Zeuxis. Aparentemente está abochornado porque sus cinco modelos detestan que las haya pintado al estilo cubista. –¡Tanto tiempo posando para quedar tan poco agraciadas!– parecen recriminarle al verse representadas como las cinco señoritas de Aviñón. Nada más lejos de la realidad. Aunque sus obras se han perdido, se sabe que Zeuxis tenía un estilo absolutamente académico ya que, según cuenta Plínio, pintó unas uvas tan realistas que los pájaros se acercaban a picotearlas. A decir verdad, tuvo otro tipo de problemas con sus modelos, tal como recrea la obra original de François-André Vincent y es que, para obtener un retrato que se acercara a la proverbial beldad de Helena de Troya, obligó a posar a las cinco muchachas más bellas de la ciudad italiana de Crotona, pintando lo más hermoso de cada una de ellas.
La situación representada en Gentlemen prefer blondes no solo es anacrónica sino que además es absurda, ya que la célebre Marilyn Monroe de Andy Warhol no es una obra que se haya pintado a mano sino una serigrafía que se ha transferido de una pasada por cada color. Eso forma parte del guiño que nos hace Marco Battaglini, quien tampoco ha copiado a mano todas estas obras, sino que las obtiene con modernas formas de estampación, utilizando tintas de calidad para darle el acabado final con aerógrafo y toques de acrílico. La obra gráfica sigue un procedimiento digital pero es distribuida en tiradas cortas para que no decaiga su cotización. La ilusión de Pintura es completa en esa serie de piezas en que un cuadro forma parte de otro cuadro, especialmente si se trata de God Save The Queen, que representa a una mujer pintando a su estilo el retrato de Isabel II de Inglaterra a partir de la Alegoría de la Pintura, que firmó Gerardo de Honthorst en 1648, o Alis grave nil, donde figura que se está pintando una fotografía de Marilyn Monroe, integrada en la estética rococó que plasmaban en 1765 los pinceles de François Boucher.
¿Cuál es el mayor desafío que has afrontado como artista, Marco?:
– El de superar mis miedos. La creatividad es la capacidad de dejar volar tu imaginación, puedes llegar tan lejos como ella te lo permita.
Otro de los aspectos que es interesante reseñar es la abundante recopilación de arte callejero que aparece en los detalles modernos, cuya abundancia haría prolijo reseñar exhaustivamente. Mientras que asistimos a la despedida de Telémaco y Eucaris nacida del monumental genio de Jacques-Louis David (en el panel To the moon and back), puede que nos pase desapercibido el gran trabajo que requiere el contexto. Mientras que la vista se recrea en Los amoríos de Eros y Psique (del panel Esto quod es) o los de Marte y Venus (Toccata e fuga), ambos surgidos del talento de Louis-Jean-François Lagrenée, puede que no reparemos en los detalles que se acumulan al fondo, que no es solo un complemento sino el detalle esencial que modifica los parámetros de tiempo y lugar para trasladar la acción a nuestros días, en una palabra: el cronotopo, que no está solo en los grafitis sino también en los tatuajes y en los objetos caídos en el suelo proporcionando gran cantidad de impactos visuales de muy distinta procedencia: Arte Pop de Roy Lichtenstein, estarcidos murales de Banksy, el pulso underground de Crumb, carteles publicitarios, afiches cinematográficos, pintadas, garabatos y acerados pensamientos expresados muchas veces a rotulador en las paredes de los lavabos que son, en sí mismos, un estudio sociológico de los iconos actuales. Ahí radica el principal mérito de Marco Battaglini, la forma en que se funde la abigarrada capacidad expresiva de nuestro tiempo con figuras que eran provocativas en su época, como queda sintetizado en All you need is love, que combina al 50% el cronotopo representativo de la actualidad con los amores prohibidos entre Venus y su hijo Cupido, que escandalizaban a la sociedad italiana en 1545 cuando lo realizó el più eccellenti pittori del Alto Renacimiento: Angelo Bronzino.
Aprovecharemos la circunstancia de que lo ha utilizado Marco Battaglini para recomendar un pintor español totalmente mágico por su temática y su técnica excelente como es el granadino Luis Ricardo Falero, dueño de un universo personal de brujas, hadas y duendes que, o bien se retrasó con respecto al romanticismo o bien se adelantó a Frank Frazetta, pero el caso es que no tiene el reconocimiento que se merece. Con su aquelarre de Brujas yendo al Sabbath (1878) que Battaglini modificó con el título de Orietur in tenebris lux tua vamos cerrando este portafolio con la vertiente más espacial de su producción, cuando los personajes del pasado parece que se han instalado en el presente por la hábil disposición de la perspectiva acercándose a las propuestas de Alexey Kondakov, que coloca a personajes de la pintura clásica en escenarios fotográficos modernos. Así es que asistimos a un Mercado de esclavos”que parece celebrarse impunemente en la actualidad aunque lo pintara Jean-Léon Gérôme en 1867 o tenemos el privilegio de encontrarnos en un local tomado por los okupas (Persevera per severa per se vera), donde Henryk Siemiradzki nos otorga el privilegio de contemplar el estriptis de una mujer de escultural belleza; se trata nada más y nada menos que de Friné, modelo del escultor Praxíteles para la figura de Afrodita que marcó las proporciones exactas del cánon griego de belleza.
Los contrastes visuales que experimentamos nos han llevado a interesarnos por las propuestas de Marco Battaglini, seleccionadas para conseguir una unidad pictórica tejida con diversos hilos que producen un universo nuevo donde el espectador participa resolviendo el rompecabezas semántico presentado ante sus ojos. Publicado en Visual 190

Texto: Tomás Sainz Rofes

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