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Noelia Lozano. Los límites del papel


the fast company_netflixBajo la aparente sencillez de los trabajos de Noelia Lozano se encuentran habilidades, trucos y detalles procedentes de diversas disciplinas, a los que se suman grandes dosis de experimentación, elemento clave para los buenos resultados de las ilustraciones de esta artista, aunque los clientes más conservadores no acaben de creérselo. Publicado en visual 179

Todo aquello que puedas imaginar puede ser creado en papel. Además, no creo que haya límite en cuanto a los sectores o utilidades que le puedas dar a este tipo de ilustraciones. Encajan en cualquier ámbito o sector, siempre que les des un estilo diferente y lo adaptes al target al que vaya dirigido.
Noelia Lozano lo tiene claro. El papel no solo sirve como soporte para hacer ilustraciones sino que puede ser el material mismo con el que se ilustra. Solo hay que ser hábil, paciente y creativo. Lo que no está tan claro es cómo acaba una estudiante de periodismo realizando ilustraciones en papel. O qué tienen que ver las telecomunicaciones con todo ello. O, incluso, qué papel juega el diseño gráfico en esta historia.
La primera vez que descubrí que se podían hacer cosas con papel fue hace muchísimo, mientras estudiaba periodismo. Siempre me había gustado hacer cosas con mis propias manos y, cuando surgió la necesidad de elaborar un decorado para un plató, se me ocurrió desarrollar el logotipo del programa en volumen con papel de colores. Luego, cuando cursé mis estudios de diseño gráfico publicitario, retomé mi inquietud por trabajar con distintos materiales, entre ellos el papel. Actualmente, el trabajo que hago también está influenciado por otros que he desarrollado anteriormente, como por ejemplo, el haber trabajado en una ingeniería de teleco, en donde utilizábamos planos y estructuras, lo que me ha permitido familiarizarme con los volúmenes, las perspectivas y los distintos puntos de vista.
El control de Noelia sobre los volúmenes, los escorzos, la perspectiva, los diferentes planos y los trampantojos es tal que, al menos en su caso, dominar la ilustración convencional no es un paso imprescindible para construir un escenario con papel.
Intento que en la fase de conceptualización y bocetos, el cliente tenga muy claro cómo va a ser la imagen final. Primero me presento las referencias según lo que se establece en el briefing y después elaboro el boceto con programas de 3D en los que ya están los colores, el volumen y la textura. Al principio trabajaba esos bocetos a mano, pero a medida que los clientes y sus necesidades han ido creciendo, y los timings reduciéndose, el trabajar con 3D facilita que aprueben las ideas más rápidamente. Así puedo empezar a desarrollarlas sin que haya sorpresas ni realizar apenas cambios.
Una vez aprobado el boceto, Noelia puede avanzar sin necesidad de ir documentando y consultando cada uno de los pasos. “Además de que retrasa mucho el proceso, esas imágenes pueden llegar a confundir al cliente, que ve en ellas elementos sueltos pero no la ilustración final”. Sin lugar a dudas, mejor dejar las cosas tranquilas y centrarse en lo que ella realmente disfruta: modelar el papel.
Lo que más me gusta de mi trabajo es el proceso en sí. Cómo de un material plano y sin aparente vida se consigue construir poco a poco, como si fuese un Lego, una composición llena de volumen, forma y color. El proceso de ir creando y dando vida a la ilustración paso a paso es muy gratificante. Además, me relaja bastante la parte de ir recortando, montando cada elemento de la ilustración e ir viendo cómo va tomando vida. Eso es, sin duda, lo que más me gusta de todo.
El trabajo de Noelia tiene un sello especial que lo hace tremendamente reconocible. Sus imágenes son coloristas, sencillas, con composiciones en las que el vacío y el volumen juegan un papel muy importante. Características todas ellas que se ven potenciadas al final por una correcta toma fotográfica.
Aunque también me gusta mucho experimentar y probar cosas nuevas, como usar otras técnicas, otros materiales o nuevas texturas, en general mi trabajo puede caracterizarse por el volumen y una estética muy playfull, de esas que dan ganas de tocar, todo ello colores bastante llamativos.
Para conseguir todo eso en la foto, utilizo varios flashes para iluminar la composición, crear contrastes y volúmenes de manera que los objetos sobresalgan en la imagen y adquieran vida sobre el resto del set. En ocasiones es cuestión de ir probando con la intensidad de los flashes y ver qué es lo que funciona mejor en cada una de las composiciones. También ayuda el boceto en 3D, porque me permite jugar con las luces e ir haciéndome un esquema de cómo deberá ser luego la intensidad que necesitaré para la foto final. En ocasiones también disparo varias fotos que luego pego en el ordenador y así lograr que cada parte u objeto esté iluminado como quiero.
Aunque en algunas fases del proceso pueda recurrir a herramientas digitales y rutinas informáticas, la base de las ilustraciones de Noelia se hace con tijeras, papel, pegamento y mucha habilidad manual.
Al principio mi trabajo estuvo muy apartado del ordenador. Era bastante analógico, por así decirlo, y lo sigue siendo aunque en algunas ocasiones incluyo elementos creados por ordenador en 3D en el set con la misma iluminación para que todo quede igualado y el ojo no distinga si son reales o no. Salvo en esos casos puntuales, el resto son todos elementos en papel construidos tal y como se ven, sin trucos. Eso es lo que realmente me gusta, superar retos con el papel, como con el proyecto de Die post.
La gráfica para Die post mostraba una enorme montaña formada por decenas de cajas de cartón que, aunque aparentaban ser de tamaño real, habían sido construidas en miniatura. La toma fotográfica y un trampantojo muy bien logrado en el que se perdían las referencias de las proporciones provocaban la sensación de que estaba todo hecho a escala 1:1.
En este proyecto en concreto jugamos con las proporciones, los tamaños de las cajas y las distancias que previamente se habían probado sobre el set. Con las medidas de espacio que te-níamos, se conseguía recrear el monte como si fuese un set gigante, porque no había ningún punto de referencia real. Lo realmente alucinante de todo esto es que con papel se pueden crear pequeños mundos un poco surrealistas en los que la persona que los observa no sabe muy bien cómo han sido creados.
El papel permite hacer cualquier cosa que se imagine. Lo más complicado, sin embargo, es encontrar un hueco entre tanto encargo para desarrollar trabajos personales que no dependan de los deseos de un cliente ni estén sujetos a briefings, deadlines, targets y demás anglicismos.
Cada vez tengo menos tiempo para desarrollar proyectos personales, pero es muy importante poder hacerlo para, de algún modo, desarrollar todas aquellas ideas e imágenes que tengo en la cabeza. Normalmente hay pocos clientes que te dejen experimentar porque la mayoría van sobre seguro o te piden cosas que ven en tu portafolio. En este sentido, desarrollar proyectos personales o colaboraciones en las que poder experimentar y tener total libertad para probar es imprescindible para seguir evolucionando. Entre otras cosas porque luego, muchas de esas técnicas o conocimientos los puedes emplear en proyectos para clientes.
En el caso de Noelia esa experimentación no se limita únicamente al papel. Su portafolio incluye piezas con otros materiales como acrílicos, dioramas con 3D e incluso animaciones, territorio este al que le gustaría dedicar un poco más de atención.
Sí, me gustaría meterme un poco más a hacer animación. Hasta ahora he trabajado en varios proyectos que requerían esa técnica, como el de Havaianas o la careta del programa Con una sonrisa para TVE. En ambos casos había detrás un gran equipo que se encargó del trabajo de animación mientras que mi cometido se centraba en la creación y diseño de los elementos y escenarios en papercrafts. Por eso me gustaría poder investigar más: las construcciones en papel dan mucho juego a la hora de ser animadas. Texto: Eduardo Bravo

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