MAGAZINE DE DISEÑO, CREATIVIDAD GRÁFICA Y COMUNICACIÓN

Palmeras & Puros. El secreto de la reproducción


lopez vázquezReivindicar la producción seriada artesanal para que el urbanita de hoy reactive su conexión telúrica con los hombres de las cavernas es el objetivo de esta empresa creativa, en cuyo ideario pesan más las frases de José Luis López que las sentencias de Adam Smith; las turistas suecas más que las damas de hierro; y el Seat 127 más que el Ford T. Publicado en Visual 176



En plena era digital, Palmeras & Puros Compañía Gráfica es un holding empresarial aragonés que ha apostado por la tradición y lo artesanal. Un proyecto que conjuga el empeño del carácter baturro y la dulzura del modo de vida caribeño y cuyo objetivo es transmitir el acervo cultural español entre la población mundial. Una labor para la cual sus fundadores, el Sr. Rueda y el Sr. Furillo, no escatiman gastos, lo que les acerca a la vocación religiosa, concretamente al voto de pobreza y, según algunas fuentes, también al de castidad.
Tras meses de negociaciones, mails y llamadas telefónicas con su departamento de prensa, el Sr. Rueda y el Sr. Furillo, estos monjes guerreros de la empresa española, han hecho un hueco en sus agendas y han hablado con esta publicación sobre el pasado, presente y futuro de su complejo empresarial.
Sr. Furillo: La Compañía surgió tras serle revelados al Sr. Rueda los arcanos de la producción serigráfica. Tras conocer los rudimentos de este noble arte me propuso realizar alguna serigrafía. Nos une, además de una vieja amistad y la práctica del dibujo, una similar visión del mundo del arte y de la sociedad que lo consume. Vimos claramente la necesidad que esta sociedad tenía de ciertos referentes plásticos. La necesidad que tenían los hogares de hoy de, como aquellas antiguas cuevas que en tiempos remotos nos acogieron, volver a lustrar sus paredes con los cazadores, los búfalos, las manos o los tipos empalmados que hace milenios alegraron la vista de los primates de los que descendemos. Un arte seriado pero no mecanizado, que permitiera disfrutar en familia de la sana escatología.
¿Por qué la serigrafía, pudiendo haberse decantado por el óleo, la acuarela o eso que ahora está tan de moda: la impresión digital en edición limitada y numerada, es decir, lo que venía siendo un póster de toda la vida pero con ínfulas?
Sr. Rueda: Realmente podríamos haber utilizado cualquier técnica que nos permitiese realizar una tirada seriada, ya fuese litografía, xilografía, aguafuerte o estampar con una patata y quizás algún día lo hagamos. Además, como la serigrafía permite transferir nuestros exclusivos diseños con relativa facilidad, y se dio la casualidad de que se me habían revelado sus arcanos, nos decantamos por producir láminas serigrafiadas.
Sr. Furillo: Indudablemente la serigrafía artesanal transmite una sensación de la que carece la reproducción digital. Nosotros utilizamos la reproducción no mecánica de las obras, con lo que se producen copias que tienen una propia esencia de individualidad derivada de los rudos mecanismos de reproducción y de nuestra propia impericia, que entronca nuestro arte con el de nuestros ancestros cavernícolas. Huimos del fordismo que la propia reproducción digital representa con su perfección reproductiva. Las copias digitales son idénticas, clones desespiritualizados. Nuestras reproducciones son copias que tienen una propia esencia individual, y por lo tanto obras de arte en sí mismas. Queríamos reproducir obras que mantuvieran cierta dosis de humanidad en el propio hecho reproductivo, y que no fueran, por razones de tiempo y ganas, copias hechas a la manera amanuense que nos robara la poca vida de la que disfrutamos. Y ahí están.
A la vista del proyecto, una de las preguntas que surgen es ¿les sobra a ustedes el dinero? Para evitar suspicacias, quisiera aclararles que no es una duda referente a la viabilidad de la empresa, sino al hecho de lo asequible y barato del PVP de sus creaciones, algunas de las cuales tienen hasta cinco tintas.
Sr. Rueda: Muy buena pregunta, nosotros no paramos de hacérnosla también. Hemos llegado a la conclusión de que no, no nos sobra el dinero, nos falta. Sin embargo en un principio optamos por los precios populares. Éramos soñadores que querían llenar el mundo de risas y prácticamente solo pensábamos en vender a nuestras amistades y poco más. Pero pasado el tiempo nos damos cuenta de que no, las camisas de flores, los puros y los coñacs no se pagan solos. En definitiva, mantener el elevado tren de vida que alguien de nuestra posición se merece. Así que es posible que tengamos que cuadrar nuestras cuentas.
Sr. Furillo: Bueno, es cierto que económicamente nuestro proyecto es una ruina, debido básicamente a que las tiradas son cortas y los precios muy ajustados, pero es que la esencia de Palmeras & Puros es la caverna, su espíritu es sauvage y todo esto choca frontalmente con la gestión empresarial al modo occidental. Nuestro principal afán es transmitir una sensación de humanidad en nuestros trabajos, la rentabilidad pasa a un segundo plano. Aunque ciertamente, como dice mi socio, habrá que hacer algún tipo de concesión a la CEOE porque si no terminaremos efectivamente, y no solo en espíritu, vistiendo y viviendo como unos salvajes.
El mundo del arte siempre ha sido un buen refugio para los inversores que aprovechaban para poner su dinero, en muchos casos, negro, a buen recaudo. Que sus obras sean tan asequibles ¿no es un problema para esos empresarios que deberían comprar cientos de serigrafías para blanquear un poco de sus riquezas? ¿No les sitúa eso a ustedes fuera del mercado normal del arte?
Sr. Rueda: Solo podemos decir que andamos planeando algo que solucionará este problema de un plumazo. Algo que hará que puedan invertir su sucio dinero en Palmeras y Puros. Algo gordo, muchachos.
Sr. Furillo: Sr. Rueda, no haga misterios, hable claro, los lectores de esta prestigiosa revista lo merecen. Además hay que dar un poco de chicha al plumilla… Mi socio se refiere a uno de nuestros próximos proyectos la serigrafía del millón de dólares. Se trata de una obra que realizaremos mi socio y yo en comandita y que consistirá en una serigrafía de gran tamaño, en varios colores, con una tirada de una única copia y un precio como su propio nombre indica de un millón de dólares, en su caso el correspondiente montante en euros al cambio. Es uno de nuestros proyectos más ambiciosos, algo alejado de nuestra filosofía inicial, pero con un mensaje directo al stablishment. Supondrá una nueva pequeña pérdida de fondos a la empresa, pero mirando con orgullo al mercado y, de alguna forma, riéndose del mercantilismo. Contrastará con nuestros habituales precios populares y enviará el claro mensaje de que lo que hacemos vale mucho más de lo que pedimos, porque podríamos pedir un millón de dólares, y sin embargo pedimos cuatro chavos… Y aun así no compra ni dios. ¿Qué cosas tiene el mercado, eh?
¿Qué diferencia a sus creaciones de un Miró, un Tàpies o, ya que sois de Aragón, de un Goya? ¿No es injusto que trabajos como el suyo no esté expuesto en ferias como ARCO, Basel, Basilea…?
Sr. Furillo: Ciertamente nos encontramos más cerca de Goya que de los otros mercachifles. Al menos nuestro paisano sabía dibujar un poco, aunque tampoco era su fuerte. Además la labor de grabador de Goya fue fructífera. Fue un visionario de la producción seriada. Ahí sí que nos hermanamos con él, a nuestro nivel, claro. El grabado es, digamos, un arte más noble que la serigrafía, pero es que nosotros no somos nobles. Renunciamos a participar en un mercadeo vil como es ARCO, Basilisco y Vaselina o como se llamen esas ferias o donde las hagan. Antes, sin duda, iríamos a la de cualquier feria de ganado, donde se aprecia más el género y se lo toma por lo que es.
Sr. Rueda: Sí, más o menos es así. Además en caso de estar interesados de participar de ese mundo artístico tampoco sabríamos cómo hacerlo, quiero decir… ¿Qué es arte o no lo es? ¿Qué debe estar expuesto ahí o no? Si algún día encontramos a la persona que decide estas cuestiones, igual le enseñamos nuestras serigrafías y le pedimos que nos las cuelgue en alguna pared de la sala. Definitivamente estamos más en la línea de Goya, hay bastante paralelismo entre sus grabados y nuestra serie One liners.
En Palmeras y Puros se percibe un claro interés por ciertos temas que normalmente no suelen ser tratados por los artistas consagrados, a saber: José Luis López Vázquez, los hombres lobo, los automóviles clásicos como el 600 o el 1430, las suecas, el desarrollismo… ¿Es cierta esa percepción? ¿Por qué esos iconos no son tan habituales en otro tipo de arte cuando, por ejemplo, las suecas, también podrían aparecer desnudas como sus madres las trajeron al mundo, es decir, como una Venus?
Sr. Rueda: No hemos meditado mucho sobre dónde situar nuestro arte. Quizás por las características de nuestra producción podríamos decir que nos acercamos más a un arte pop, sin embargo, el territorio de lo popular esta ampliamente dominado por la imaginería anglosajona, algo que a nosotros también nos gusta y nos influye, pero que nos impide reflexionar sobre nuestra propia identidad.
Y en este contexto tenemos al Sr. Furillo, que ha sabido utilizar con maestría en su obra toda esa iconografía tan cañí que usted señalaba. Podríamos decir que el resultado es una suerte de lowbrow ibérico, que reivindicamos como urgente y necesario.
Sr. Furillo: Indudablemente somos dos inadaptados del siglo XX y esto se refleja en nuestros referentes. Además, entroncando con el arte «exótico» tenemos nuestros propios «tikis», nuestros «gnomon», nuestra imaginería, por enlazarlo con la cultura española. López-Vázquez, Drácula, las suecas, el 600, son nuestros dioses.
“Tradición y modernidad. Quizás algún día estos conceptos se den la mano” es una reflexión que aparece en su blog. ¿Por qué esa distancia entre ambos términos? ¿Cómo pueden limar sus asperezas? ¿Por qué están enfadados?
Sr. Rueda: Es por nuestra forma de hacer las cosas, consideramos que nuestra obra está cargada de primitivismo al menos en cuanto a lo que en medios de producción se refiere.
Sr. Furillo: Como apunta el Sr. Rueda, el primitivismo está en el humus en el que enraíza nuestra compañía. Más en filosofía que en estética. Como dice, lo rústico de nuestros procedimientos, nuestra actitud despreocupada y caribeña frente a nuestra propia obra hace que ésta se humanice. La modernidad en sí misma aleja al hombre de su propia humanidad que se mantiene de alguna forma en la tradición, más apegada al origen, al rito, a la selva. La distancia entre ambos viene originada por el simple paso del tiempo. Miles de años nos separan de las cavernas pero no se ha perdido la necesidad de decorar el hogar. El hombre moderno sueña, como lo hacía el cavernícola, y disfruta igualmente con la visión de unas trémulas formas redondeadas.
¿Es Palmeras & Puros una aventura puramente artística o tiene una vertiente más comercial? Por ejemplo, realizar encargos para clientes externos aplicando la técnica de la serigrafía a productos como carteles de cine o música, regalos de empresa para Navidad, tarjetas de felicitación de esas de “Mejórate pronto”…
Sr. Rueda: Fuera de Palmeras & Puros ya hemos realizado encargos de este tipo, así que no sería raro llegar a hacer algo así desde la propia compañía. Una vez hicimos un cartel para un vermú, y también existe un pequeño proyecto en el que estamos implicados.
Sr. Furillo: En cualquier caso nuestra producción por encargo debe estar relacionada un poco con el espíritu de Palmeras & Puros. Nuestras concesiones al mercado son mínimas. Se ha de respetar nuestro modo de hacer tropical.
¿Cómo se determinan las tintas que se van a emplear en una serigrafía? ¿Por cuestiones puramente artísticas independientemente del coste para conseguir el efecto deseado o adaptando la idea a las limitaciones de producción?
Sr. Rueda: En nuestro caso la economía limita el uso de las tintas. Procuramos no hacer muchas mezclas para no gastar mucha pintura, intentar utilizar pocas separaciones también está bien. A pesar de la aparente racanería estamos contentos con los resultados, porque se va creando cierta identidad en nuestra obra: colores los justos, saturados y llamativos. Aunque he de confesar que no llego a sentirme satisfecho con la tonalidad marrón, he de trabajarla un poco más.
Sr. Furillo: El tema de los colores está plenamente en manos del Sr. Rueda, yo he de confesar que soy medio daltónico.
Si no estamos mal informados, Palmeras & Puros también es una publicación. ¿Pueden contarnos en qué consiste?
Sr. Furillo: Palmeras & Puros Magazine es un pequeño boletín que realizamos una vez al año y que reúne toda nuestra producción serigráfica realizada en ese año a modo de humilde catálogo. Lo aderezamos con historietas, ilustraciones, artículos de interés irregular, todo ello en relación a los temas selváticos, exóticos o simplemente que conecten de alguna forma con el espíritu de la Compañía. Como no podría ser de otra manera hacemos tiradas muy pequeñas. El número 0 fue un poco nuestra presentación al mundo, hoy agotado. El número 1 incluye dos serigrafías Sauvage Reich y Sauvage Gulag con las cabezas reducidas de Hitler y Stalin, respectivamente, y todavía puede adquirirse por el mísero precio de 4 euros.
Sr. Rueda: Muy barata la vendemos.
¿Cómo se imaginan Palmeras & Puros en un futuro? ¿Hasta dónde quieren llegar con este emprendimiento? ¿El premio del Círculo de Empresarios? ¿La Medalla al Trabajo? ¿La laureada de San Fernando?
Sr. Furillo: Palmeras & Puros es una Compañía Gráfica que surge de la amistad y que va encaminada al disfrute. El espíritu tropical y exótico que la envuelve impide que nos marquemos objetivos mercantilistas y expansivos más allá de los artísticos y espirituales. El dinero es un tabú en esta empresa. Por mi parte cambiaría cualquier distinción empresarial por una corona de flores de hibisco. Espero que nadie me dé nunca una medalla al trabajo. Trabajar es una tortura.
Sr. Rueda: Creo que lo importante del futuro es que exista una continuidad de este proyecto. Por motivos laborales y personales no hemos podido invertir todo el tiempo que quisiéramos en la Compañía, así que aún nos quedan muchas ideas en el tintero, todo encaminado al deleite de los paladares más exigentes. Y coincido plenamente con mi socio en lo de la medalla al trabajo. Texto: Eduardo Bravo. Fotografías: Leticia Burillo y Fernando Guillen

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