MAGAZINE DE DISEÑO, CREATIVIDAD GRÁFICA Y COMUNICACIÓN

AtypI 2014. El cónclave de las letras


proyecciónA finales del mes de septiembre Barcelona se convirtió en el centro mundial de todas las miradas tipográficas. La conferencia anual de AtypI (Association Typographique Internationale) se celebraba en la ciudad, repitiendo localización después de casi 20 años. Reykjavik en 2011, Hong Kong en 2012, Amsterdam en 2013… Asistir a AtypI no es algo accesible, y que tu país sea el anfitrión es la excusa perfecta para no perdértelo. Vamos a hacer un recorrido por lo que fueron estos 5 días de conferencias, talleres, exposiciones, cotilleos en los pasillos y bromas frikis sobre letras. Publicado en Visual 171



Todo empieza un jueves. El viaje Madrid-Barcelona de madrugada confirma que los diseñadores somos gente de poco dinero (y sin miedo al tren nocturno). Acreditaciones a media tarde y primeras sorpresas: a la primera duda en la puerta llaman a un voluntario y aparece Andreu Balius. Y es que todo este lío ha sido el empeño de unos cuantos diseñadores españoles que desde hace un año han estado preparando un AtypI con olor a playa y sabor a vermut. El propio Andreu, Jose Scaglione, Eduardo Manso y  Laura Meseguer han sido algunos de los encargados de coordinar un equipo de personas que han puesto todo de su parte para un congreso memorable. Podías encontrar a Marc Salinas cuidando la entrada a la sala, a Joana Correia manejando las proyecciones o a Noe Blanco y los Letterjuice corriendo de un lado a otro con un walkie en la mano. Una confirmación de que la escena tipográfica española lucha para generar estas experiencias en nuestro país.
Entrando ya en materia, los 2 primeros días de AtypI, que se celebraron en la escuela BAU, suelen dedicarse a la parte más técnica de la tipografía: Presentación de software, proyectos sobre flujo de trabajo… Esas cosas que te advierten que son densas. Puede que algunas se hicieran un poco largas, pero no hay que olvidar que AtypI no es un festival de tipografía. Es la feria más importante del sector, donde se negocian contratos, se promocionan trabajos y se toman algunas decisiones grupales importantes a nivel mundial. Sin embargo, algunas de estas charlas se volvieron un hervidero de emoción. Es el caso de la presentación del nuevo Glyphs, uno de los softwares de edición tipográfica que más fuerte está pegando. A cada novedad que presentaban seguía una exclamación general, aplausos, admiraciones… Hasta que sacaron el plato fuerte: Colorfonts, poder hacer fuentes con capas de colores. El público se vino arriba como si aquello fuera una presentación de Apple. Si bien es cierto que solo es una funcionalidad, parece que gustó muchísimo en la sala. Aviso a diseñadores: preparaos para ver Colorfonts por todas partes… Pero no todo fueron aplausos, hacia el final llegó la pregunta difícil: ¿Porqué Glyphs fuerza al usuario a usar una sola ventana? Muchos diseñadores suelen trabajar con varias pantallas y esto es un problema. Este debate sobre obligar a usar un flujo de trabajo determinado viene de atrás, y en esta ocasión tampoco se consiguió un consenso en la respuesta.
Aparece  Erik van Blokland, nombre mítico de la tipografía digital, para presentar la nueva versión de Superpolator, un software capaz de generar pesos intermedios a partir de varias fuentes master. La nueva versión es muy accesible para un diseñador. Colores en la pantalla, un espacio de trabajo despejado e intuitivo… Uno de los debates que se escucharon durante las primeras jornadas era la inaccesibilidad de algunos programas, demasiado enfocados al programador. El Superpolator3 es un ejemplo del camino a seguir.
Comienza la representación autóctona con el siempre genial Joan Carles Casasin quien, además de mostrar su trabajo, ofreció reflexiones muy interesantes como el impulso del diseñador a crear sus propias herramientas y adaptarlas a las necesidades de los encargos.
Dentro de las conferencias, además, había pequeñas charlas llamadas TypoTapas, de menor duración y temas más relajados. La que dio Rainer Erich Scheichelbauer (del equipo de Glyphs) fue de las más divertidas. Tras confesarse un auténtico friki, mostró algunos de los experimentos que hacía con fuentes opentype, intentando meter juegos dentro de las tipografías a base de código. Así consiguió por ejemplo un 3 en ralla al que era imposible ganar o hacer animaciones sencillas que funcionan con entradas de teclado. Después de una comida copiosa (los organizadores se propusieron cebarnos y lo consiguieron) presentó una genial Noe Blanco. Su charla sobre webfonts y visualización de fuentes fue una de las más comentadas por todo el mundo. Tras un primer día cargado de experiencias, llegamos al segundo con ganas de más. Martina Flor habló de la realidad del diseñador cuando se dedica al lettering. Todo el mundo piensa que es una vida maravillosa, de inspiración y experimentación. Tras mostrar su proceso de trabajo queda claro que el método y la paciencia son los pilares de su trabajo. El siguiente gran descubrimiento viene del país vecino. Y es que en Francia llevan mucha ventaja en cuestiones tipográficas. Thomas Huot-Marchand habló del Atelier National de Recherche Typographique, una institución para la investigación tipográfica creada en 1985. Tras un parón entre 2006 y 2012, y un esfuerzo titánico por parte de la comunidad tipográfica francesa, el Atelier ha reabierto sus puertas como centro formativo. Todo un ejemplo a copiar en España.
Por la tarde Kevin Larson trajo de nuevo la polémica a la sala: “¿Para que sirve la coma? Deberíamos despedirla” Tras mostrar un amplio estudio sobre el uso de los símbolos a la hora de entonar una frase, y la influencia de la composición en página de la frase, hizo unas cuantas propuestas arriesgadas pero valientes. De repente te das cuenta de que si la gente de esa sala se pone de acuerdo, es posible que tus nietos algún día no usen comas. Tremendo. De todas formas la idea no pareció cuajar del todo.
Michele Patane, de Dalton Maag, habló a continuación de cómo tratan a los becarios en este gigante estudio dedicado al diseño de tipografías. Recién salidos de la formación académica, la práctica es lo que les da base para convertirse en auténticos profesionales de las letras.
Cerrando el día, y por primera vez en el nuevo Museu del Disseny, Raquel Pelta inauguró oficialmente el congreso con un análisis del diseño como motor del cambio social. Plagado de datos y referencias, fue una de las intervenciones clave, donde además de reflexionar sobre la forma se reflexionó sobre el fondo de la tipografía. Justo después llegó la fiesta de apertura en la azotea, donde Raquel comentó su charla con unos cuantos amigos entre ensaladilla, croquetas y extranjeros con espasmos en lo que quería ser un baile.
El tercer día estuvo dedicado a temas más históricos. Empezó Michael Twiman reflexionando sobre la historia y los objetivos de las enseñanzas superiores de tipografía. Y poco después le siguió Albert-Jan Pool sobre el nacimiento de la a de un solo ojo (como la de la futura). Daniel Rhatigan había pasado mucho tiempo en los archivos de Monotype para preparar su charla: un extenso recorrido por la historia de este gigante que últimamente tiene fama de tiburón (la compra de Font Shop hace que parezca querer monopolizar el mercado internacional). Pero lejos de hablar de una forma partidista, Daniel desgranó partes de la historia de la fundición que pocos conocen, como la etapa de fabricación de armas, y siempre desde el respeto. Una ponencia muy didáctica.
Tras un Tipo Tapas bastante flojo, llega el turno de Andreu Balius, que presenta su proyecto Cárnicas Gráficas con el humor y buen estómago que le caracterizan. Sin duda uno de los momentos más divertidos de AtypI. Durante la comida tuvo lugar el Type Crit. Algo así como llevar tu tipografía en pañales al círculo de sabios para que le aticen fuerte y salgas de allí con las cosas mucho más claras. Un lujazo que te corrijan Jan Middendorp, Erik van Blokland, Veronika Burian, y Gerry Leonidas.
En mi vida reconoceré pocos momentos en los que he sido grupie de alguien. Este fue uno de ellos. Y es que tener sentado a Gerard Unger antes de su conferencia y hablar con el fue lo más parecido a esas fans de Justin Bieber que salen en la tele. Pero todo muy disimulado, claro… Su charla fue sencillamente genial: un análisis de cómo las letras medievales han influido en el diseño de tipos actual. Un viaje desde 1400 hasta el 2014. Y le llega el turno a Manuel Sesma, que presentaba su tesis doctoral sobre el movimiento de la Grafía Latina en Francia. Empezó asegurando que no conocíamos realmente a Maximian Vox. Destapar a una de las grandes figuras francesas como un hombre inclinado al fascismo hizo que muchos levantaran las cejas más de lo recomendable. Mucha polémica y muy buenas valoraciones de su charla (sabemos que recibió hasta algún regalo) e incluso un apretón de manos del propio Gerard Unger.
Cerrando el día tuvo lugar otro de los momentazos de AtypI. David Berlow, de Font Bureau, se propuso organizar una mesa redonda sobre el uso de la tipografía hoy en día. Estaban Caleb Belohlavek, Nadine Chahine, Simon Daniels, Martina Flor y David Kuettel representando a Google, Adobe, Apple… En realidad, toda la mesa redonda fue bastante aburrida, hasta que Yves Peters se levantó al fondo de la sala y pidió, de una forma explícita y justificadamente violenta, que si tanto les importaba el buen uso de la tipografía empezaran facilitándolo. Pidió que los programas de Adobe mejoraran el panel de Opentype, que hoy en día es demasiado primitivo, y todo el debate posterior giró en esa linea. De hecho, tras conversaciones en pasillos el resto de días, se creó el hashtag #AdobeTypeUI en twitter para hacer llegar a Adobe las quejas, pero también las propuestas. Desde que terminó el congreso se han sumado muchísimos diseñadores a la petición y actualmente sigue muy viva la conversación en redes sociales.
El sábado se dedicó a los alfabetos menos comunes para nuestra sociedad occidental. Quizá este fue el día más tedioso, ya que a pesar del gran interés de los temas, las presentaciones fueron terriblemente planas y hubo alguna en la que era mejor salir a hacer compañía a Marc Salinas. Destacar la presentación del grupo de trabajo sobre la Ele Germinada, un caracter que solo existe en catalán y que, pese a nacer como un glifo en la época del plomo, se fue descomponiendo debido a su poco conocimiento internacional, hasta que casi desapareció con la llegada de los estándares digitales. Las reivindicaciones de este colectivo han hecho que muchos grandes tipógrafos estén hablando de este tema desde AtypI y que fuera de Cataluña se conozca el problema.
Azza Alameddine, tipógrafa de origen libanés, puso el foco sobre la combinación de tipografías de distintos alfabetos, y nos dió un tirón de orejas a la sociedad occidental, por priorizar nuestro propio código estético sobre la coherencia y la legibilidad. Para Azza, elegir una tipografía árabe (por ejemplo) que combine con una latina no implica que se parezcan estéticamente, ya que sus orígenes son muy distintos. Se deben tener en cuenta algunos parámetros como el ritmo o la mancha, pero nunca forzar la decisión por elegir tipografías “equivalentes”. Acabó el día con la entrega de los premios Granshan a las tipografías de alfabetos no latinos. ¡Sorpresa! Pilar y Ferran, de Letterjuice, se llevaron 2 premios.
Tradicionalmente, la última noche de AtypI se celebra una cena de gala, donde los asistentes interactúan de forma elegante y comentan las ponencias. Pero estábamos en Barcelona, y ya os he contado quien organizaba el cotarro. La “cena de gala” se hizo mucho más divertida, en un garito al borde de la playa, donde todos aquellos extranjeros bebieron, comieron y se rieron encantados sin corbatas ni tacones. De hecho hubo un buen debate sobre el peor vestido de la noche (sin nombres, pero ganó alguien con camisa XXL de manga ancha, pantalón pesquero y calcetines altos). A pesar de llevar días encerrados escuchando hablar de tipografía, la gente aguantó hasta la madrugada, y cuando las copas empezaron a ser demasiadas hubo quien se aventuró al agua dejando de lado toda la ropa que llevaba. Más de uno enseñó los interiores a toda la comunidad tipográfica.
Llegó el domingo, último día de AtypI y, por razones relacionadas con la fiesta de la noche anterior, llegamos un poco tarde a las conferencias. Entramos al final de un estudio sobre la acogida de las webfonts que tenía muy buena pinta, con muchos datos reveladores. Nos levantó el ánimo Yves Peters con una charla cómica sobre el uso de la Trajan en póster de cine, y la actuación (pareció eso, más que una conferencia) de Bruno Maag sobre tipografía y emociones.
No podía haber un día sin polémica, y Toshi Omagari puso el wasabi calificando de absurdo el sistema de medida tipográfico actual. ¿Porqué seguimos usando medidas heredadas de la época del plomo? Toshi defendía que adoptáramos el sistema métrico como estandar también en tipografía. Una idea que mucha gente pareció despreciar sin valorarla siquiera.
Y llegábamos al final del congreso. Mario Eskenazi, diseñador de la identidad de este año, hablaba sobre su trabajo más tipográfico y a continuación se producía un desfile de maletas y despedidas. El destino del año que viene ya estaba decidido, AtypI se celebrará en Sao Paulo. Nosotros volvíamos a Madrid, de madrugada de nuevo, con una experiencia inolvidable y muchas ideas en la cabeza. Tardaremos tiempo en digerir la cantidad de información recibida, pero lo más importante es compartir lo aprendido con todo el que podamos para que, sin prisa pero sin pausa, el diseño tipográfico en España siga creciendo. La gente joven viene fuerte en nuestro país, pero hay que seguir creciendo y fomentando el debate y el conocimiento de esta disciplina que es todo un símbolo de la salud de una sociedad. Texto: Pablo Gamez. / Créditos de las fotos: Elena Veguillas

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