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Camisetas para combatir la ley mordaza


En la España actual portar camisetas que puedan ofender a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado es delito. Esta situación, cuyo objetivo era acabar con esas camisetas supuestamente ofensivas, ha generado el efecto contrario. El ingenio de la población se ha activado hasta el punto de organizar una exposición en la que se recogen decenas de ejemplos de gráfica popular sobre el tema.
camisetas

Santiago Ochoa es un activista multidisciplinar. Su defensa de las libertades y su compromiso político se canalizan de muy diversas formas. Una de ellas, a través de la documentación y clasificación de camisetas estampadas con todo tipo de mensajes reivindicativos.
Después de atesorar más de 20.000 imágenes, todas ellas accesibles a través de internet, Ochoa acaba de inaugurar una exposición temática en la sede que el sindicato CNT tiene en la Plaza de Tirso de Molina de Madrid. En ella se recopilan aquellas camisetas con mensajes contrarios a la policía. Un tema de actualidad por la reciente entrada en vigor de la conocida como ley mordaza.
Llevo fotografiando “camisetas sociales” desde 2003. Pero es desde 2010 cuando sigo las principales manifestaciones y actos sociales de Madrid, explica Santiago Ochoa, que compara esta prenda de ropa con las mariposas pues, al igual que ellas, reflejan riqueza y equilibrio biológico en el campo. La abundancia y calidad de las camisetas denotan una mayor organización y articulación social.
Para Ochoa las camisetas son una forma de expresión a través de la cual se puede analizar la evolución de la sociedad en la que surgen.
Aunque en este sentido todas las camisetas serían válidas para dicho análisis sociológico, solo algunas cumplen las exigencias para ser incorporadas a su archivo.
Nunca fotografío camisetas de organismos oficiales, de organizaciones de derechas, de clubes deportivos, ni camisetas turísticas o comerciales. Aunque hay muchas y muy buenas camisetas de música, cultura, arte, cine, o de parodias de marcas comerciales, mis preferidas son aquellas que tienen mensajes contra el fascismo, el imperialismo, el colonialismo, el racismo, contra el ejército, la policía, la tortura, las cárceles, la iglesia o la monarquía. También contra el capitalismo, los bancos, el trabajo, la autoridad, el patriarcado y el machismo. Sin olvidar las que defienden la libertad, la autogestión, la anarquía, la lucha de clases, la lucha armada, la independencia, el feminismo, las ocupaciones, la ecología, el veganismo, a los animales, el uso de la bici, las drogas ilegales y el ateísmo.
El 1 de julio de 2015 entró en vigor la Ley Orgánica de Protección de la Seguridad Ciudadana. Una norma que tomaba como base la Ley Orgánica sobre Protección de la Seguridad Ciudadana de 1992, y que establece sanciones para aquellos que, por ejemplo, intenten parar un desahucio, manifestarse ante el Congreso, grabar a policías o emitir opiniones y declaraciones que puedan ser ofensivas para los miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.
En virtud de esa ley, conocida popularmente como ley mordaza, varios ciudadanos han sido multados por llevar camisetas y sudaderas con las siglas A.C.A.B. Según los policías que tramitaron la sanción y que, por lo visto, manejan un nivel de inglés nunca antes visto en el cuerpo, esas letras son el acrónimo de All Cops Are Bastards. Lo que no han conseguido explicar tan fácilmente es por qué han sancionado una mujer que llevaba una bolsa en la que ponía All Cats Are Beautiful.
Ante la evidente restricción a la libertad de expresión que supone la ley mordaza, Santiago Ochoa tenía dos opciones: desentenderse o pasar a la acción.
En marzo del año pasado, justo antes de que se aprobara la ley mordaza, decidí organizar una exposición de 54 fotografías de camisetas con mensajes contra la policía en una conocida librería anarquista de Madrid. Pero se cruzó la Feria del Libro y no se retomó. Ahora por fin he podido hacerla. Primero se expuso en ABM confecciones y ahora en la CNT. Su título es La guerra de las camisetas y cuenta con 81 fotos.
ABM está a un centenar de metros de una tienda de ropa de Vallecas en la que, hace unos meses, irrumpieron un montón de policías nacionales que habían llegado hasta el lugar en ocho furgonetas. Todo un despliegue policial destinado a requisar un centenar de camisetas con lemas que, en opinión de los que protagonizaron la acción, incitaban al odio e injuriaban a la Policía.
No deberíamos permitir que la policía pueda entrar en una tienda o detenerte en una manifestación solo por no gustarle la ropa que llevas. Esas camisetas son una crítica legítima a los poderes públicos y, en ese sentido, he vivido este ataque injustificado a las camisetas como algo propio. Por eso me propuse dar la respuesta que se merece, confiesa Ochoa que, por ahora, no ha sufrido las consecuencias de este exceso de sensibilidad de los miembros de la policía. Aunque tampoco es algo que haya que descartar.
No he tenido ningún problema con la exposición. Los mensajes de estas camisetas no incitan al odio, sino que reflejan una aversión legítima que gran parte de las clases populares siente hacia su policía. Pero, como decía el poeta, “Aquí no se salva ni Dios”. Siempre que se lo propongan, los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado te podrán acusar de lo que les dé la gana. En todo caso, tienen que entender que esta exposición es más bien un trabajo de antropología social, y que aún en el supuesto de que las camisetas de ACAB fueran delito, que ya es mucho suponer, su exhibición pública no lo es. Sencillamente, porque documentar delitos no es delito.
A pesar de todo, el ingenio popular ya ha comenzado a burlar la ley. El propio Santiago Ochoa viste una camiseta en la que claramente se lee ACAB. La diferencia es que esas letras preceden a otras en cuerpo más pequeño que forman la frase “ACABemos con la ley mordaza”.
Mi amigo Mauro Entrialgo, tan ocurrente siempre, ha creado “ACABemos con la ley mordaza”. El ingenio popular no tiene límites y en la expo hay unas cuantas variantes de ACAB que no se refieren a la policía. También hay otras que no llevan ACAB y que sí son criticas a la policía, pero creo que no acaban de ser entendidas por los miembros de ese cuerpo.

Texto: Eduardo Bravo

publicado en Visual 184

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