Queridos colegas: un diseñador nunca se jubila. Aunque el mercado esté desapareciendo tan rápidamente como el respeto y el aprecio social por nuestra profesión.
A finales del siglo XX el diseño en España parecía estar superando ya la etapa adolescente para encarar el paso a la madurez. Las Escuelas de Arte incorporaban a un profesorado competente y profesional, aparecían nuevos centros de estudios y las universidades se planteaban desarrollar diferentes tipos de especialidades. Es decir, el diseño pasaría a ser una nueva disciplina del conocimiento y la sociedad demandaría los servicios del diseñador tanto para mejorar nuestra relación con nuestro entorno, en el más amplio sentido, como para crear una más responsable cultura del consumo.
Publicado en Visual 160
Yo sigo creyendo que ahí está el valor de nuestro trabajo, o mejor dicho, estarán, porque esas esperanzas se desmoronaron arrastradas por el tsunami de la gran crisis financiera. Nuestro entorno se ha vuelto de pronto pobre y silencioso. Ni una sola voz gremial, de asociaciones o centros de diseño, se ha alzado ante el atropello chantajista de administraciones y empresas públicas y privadas. Fiscalidad, impagos, dilaciones infinitas de los cobros, apropiación fraudulenta del derecho de autor, concursos escandalosos, presupuestos y condiciones ofensivas… Lo preocupante no es la situación económica, que lo es, pero tenemos suficiente capacidad de adaptación a la realidad, lo preocupante es la arrogancia de la mediocridad de quienes deberían saber que el buen diseño es un servicio público. El buen diseño es un vector en los atributos de lo que llamábamos “calidad de vida”. El buen diseño necesita imperativamente de un buen cliente. Un cliente competente e implicado en el proceso. El trabajo del diseñador termina en un momento dado y, a partir de ese momento su futuro depende exclusivamente del futuro que sea capaz de darle el cliente. Esa es la piedra angular del proyecto. Una piedra que parece estar convirtiéndose en arenilla. No sé en la experiencia de otros colegas, pero en la mía, el nivel de los responsables de relacionarse con el diseñador, desciende año a año. En cualquiera de los sectores privados y públicos, la “cultura del diseño” está en el rango más bajo que he conocido en mi larga vida profesional. Y el comportamiento responde al axioma de que, en puestos de responsabilidad: cuanto más ignorancia más arrogancia.
Reacción que no parece extenderse a otros sectores, como por ejemplo en la arquitectura, que está casi en quiebra técnica. Pero lo que permanece incólume, a diferencia del diseñador, es la reputación del arquitecto. Esa pérdida es la que me crea un profundo desasosiego. Diseñar está dejando de ser una profesión para volver a ser un oficio.
Esa evidencia es lo que me ha llevado a replantear el ejercicio profesional. Dar de baja el estudio con otros profesionales y volver a ser un profesional liberal, como se decía antes, un consultor en diseño estratégico que puede organizar equipos de trabajo si las circunstancias lo requieren y si esa demanda aparece. Si no es así aceptaré el epitafio del inmenso poeta Gil de Biedma:
“En un viejo país ineficiente, algo así como España entre dos guerras civiles, en un pueblo junto al mar, poseer una casa y poca hacienda y memoria ninguna. No leer, no sufrir, no escribir, no pagar cuentas, y vivir como un noble arruinado entre las ruinas de mi inteligencia”.
18 comments on “Carta desalentada, de Alberto Corazón, a mis colegas diseñadores”
Michelle Barrios
28 enero 2013 at 16:35Cuánta verdad dolorosa hay aquí… 🙁
Ignacio Hertogs
28 enero 2013 at 21:35Que gran verdad.
Todo pasa por la perdida del respeto que en general se ha producido en la profesión.
Ricardo Gil
28 enero 2013 at 21:36Tienes mucha razón, el boom del diseñador gráfico ya paso, y parecia que como dices se hiba a combertir en nueva disciplina, en la que se respetase el trabajo de un diseñador gráfico, ahora se ha vuelto a «esto me lo puede hacer mi primo», y las instituciones publicas cada vez degradan mas la profesión, con criterios poco eficaces en cuanto a la aplicación, y abaratan los costes con diseños de gente no profesional, que realiza aplicación muy poco funcionales, o gastando mas en imprenta por que el diseñador es de una imprenta, sin entrar en el diseñador informático, que no se para en la parte estética, vamos una verguenza, el prestigio del diseñador gráfico esta por los suelos
Pepetono
29 enero 2013 at 12:46NOs has Alberto tu Corazón, gracias por tus diseños.
Gerardus
30 enero 2013 at 18:10Realmente la situación es crítica en cuanto a respeto, pero, haciendo auto-crítica, tenemos que recordad que muchos confundian el respeto con el prestigio y de aquí a la endogamia gremial y el elitismo empresarial había solo un paso.
Ahora, lo ideal sería que sumaramos fuerzas y, sin victimismos, denunciaramos los abusos institucionales y privados hacia el sector, mientras que, a la vez, fomentaramos la cultura del diseño y su valor estratégico en la sociedad y la economía.
Juan
7 febrero 2013 at 17:55Aquí lo único que importa ahora es: programador web, maquetador html, web, web ,web, web y más web. Y si haces movil e ipads mejor todavía. Ese es el futuro del diseñador gráfico. Esa es la auténtica epidemia que está acabando con la profesión tal y como la conocemos hoy en día. Si no eres maquetador web no eres nada. Vergonzoso!
jesús
9 febrero 2013 at 17:40Gracias por su artículo.
Podemos decir que el boom no solo fue el inmobiliario, fue un boom de todos los sectores incluido el nuestro, sector servicios. Recuerdo perfectamente hace 4 años afloraron agencias de diseño gráfico por todos los rincones de mi ciudad, incluso habían adquirido maquinaria digital para imprimir ellos mismos el trabajo, todo eso en menos de 50m2. Aquellas agencias fueron esfumándose al igual que desaparecían agencias inmobiliarias, promotoras constructoras y un largo etc… que les acompañaban. Ahora son los tiempos de los publicistas aquellos que harían vender lo invendible de su clientes, aquellos que se romperían lo sesos por crear una buena campaña y lanzar y posicionar en el mercado de su ciudad el producto.
Quizás sea el mejor momento para renovar las ideas y aplicarse así mismo, que el mundo del diseño gráfico, no es igual a un bonito cartel, es crear resultados para la satisfacción del cliente y para el target final.
Espero que su desaliento sea temporal y no se pierda en el sector un profesional como usted.
Las nuevas generaciones de diseñadores limarán con el tiempo su buen hacer.
Erwin Cordón
9 febrero 2013 at 21:13Excelente!!esos son problemas casi que globales que está sufriendo la profesión.
Ismael
17 febrero 2013 at 18:22Estimado Alberto, ha puesto usted el dedo en las heridas. Suscribo su artículo desde la primera y hasta la última sílaba.
De todo lo que denuncia, permítame que subraye un par de cosas que, en mi opinión, son las más graves y a las que habría que poner solución urgentemente.
1.- Los concursos de diseño: No son pocas las empresas que convocan concursos para cambiar su logo, mejorar su diseño de marca o hacer un nuevo banner para su web. Y he aquí que hay profesionales que se presentan a ellos. Esto es algo así como si una marca de coches le pidiese a mil ingenieros que diseñaran y desarrollaran un motor para su nueva berlina y luego eligieran el más conveniente. Todo por, pongamos como ejemplo, 1.500 euros. ¿Verdad que esto sería inimaginable? Pues en diseño se ve como cosa normal. Pero, no nos engañemos, los culpables son los que aceptan estas condiciones de trabajo.
2.- Tengo un sobrino que controla mucho de informática, él diseña el logo. ¿Cuántas veces hemos escuchado algo así? ¿Cuántas? Y todo obedece a una concepción del diseño errónea, pero ahí está. Ante esto poco tenemos que hacer, tal vez acudir a la frase que reza: que cada palo aguante su vela.
La situación es poco menos que desoladora. Hemos de hacernos valer. Como usted bien dice «Ni una sola voz gremial, de asociaciones o centros de diseño, se ha alzado ante el atropello chantajista de administraciones y empresas públicas y privadas.»
Y ahora, si me lo permite, voy a compartir su magnífico artículo.
Un saludo.
Kapow
6 marzo 2013 at 12:00Me parece muy bien lo que dices Alberto pero a mi humilde parecer, ese tímido acercamiento que, durante unos poquísimos años, ha tenido el diseño gráfico en España a convertirse en uno oficio respetable, respetado, cotizado y valorado por su compromiso social y demás zarandajas no ha sido más que otra burbuja, una burbuja subsidiaria de esos duros a cuatro pesetas que ahora tanto daño están causando en la actualidad. Así que no me vengas con el romántico sollozo de de la retirada, por que precisamente no soy yo, ni muchísimos de tus compadres los que han disparado con pólvora de rey, ni vendido diseño-basura a esas grandes corporaciones receptoras de esos grandes creditos. Eres otro más de la lista reconoce que es tiempo de nuevos modelos y está claro que asumes que lo que viene no es para tí y me alegro, no son sólo las entidades financieras las que han hecho daño Alberto, y aunque a este punto me duela reconocer que admiro cierta parte de tu trabajo, lo que has escrito en visual me parece más propio de uno de los malos de Django que de un diseñador gráfico. Yo no me retiro.
Jorge
10 marzo 2013 at 20:58Juan, la gran demanda de diseño web, y para otros dispositivos no es vergonzosa, es una realidad (y a mi en el fondo tambien me jode) pero es lo que hay, vivimos en una era digital.
Ignacio Buenhombre
10 marzo 2013 at 22:20Yo todavía me pregunto si tenemos valor real si no conseguimos competir con el sobrino que maneja photoshop, si no conseguimos transmitir la importancia del diseñó.
Supongo que sí porque por ahí fuera parece que eso existe, pero no nos engañemos, los responsables somos nosotros no los ignorantes arrogantes, que son los que tienen negocios y responsabilidades, ganan o pierden dinero con sus decisiones, los que se juegan los puestos o tienen que lidiar con presupuesto imposibles.
Alberto Corazón ha tenido una trayectoria increíble. Como algunos otros, han podido influir en ciertas esferas de poder pero nunca ha sido para fomentar un buen estado de salud en el mundo del diseño español, o para establecer cual era la «profesión». Nos queremos comparar con los arquitectos, pero esos señores, estudian 5 o 6 años, firman, proyectos, etc… . Aquí nunca ha habido estudios universitarios de diseño (hasta hace pocos años), nunca hemos visto a los lideres de la profesión por la facultades, o implicados en charlas o difusión de la profesión, o intentando introducirse en las escuelas de negocio.
Por último, existen nuevos campos de diseño y algunos diseñadores están ocupando espacios con mucho peso, importancia y relevancia para las empresas, pero este es otro de nuestros problemas que nos hemos quedado en la «comunicación» y de eso queda cada vez menos.
Antonio
6 septiembre 2013 at 13:44Encontre en internet sobre diseños de pagina WEB. despues de mucho diambular y encontre esta pagina que os puede ayudar. Donde me dieron una gran ayuda a solucionar los problemas que tenia. Y a encontrar una solucion.
GRACIAS
http://www.bukimedia.es
Paola Rodriguez
13 junio 2014 at 9:23Se dicen muchas verdades en este artículo. Llevamos unos años donde el castillo de naipes de ha caído por completo en el mundo laboral, y el el sector de los diseñadores aún más.
[…] o nada cualificadas. Sin más, os dejo con la carta que Alberto Corazón ha escrito en la revista Visual, la cual suscribo letra por […]
[…] Alberto Corazón, a mis colegas diseñadores […]
[…] i no m’he pogut estar de compartir-la. La carta original la podreu veure a la revista Visual. Crec que poca cosa he de dir més que us la llegiu amb calma i intenteu treure-li tot el prfit […]
[…] Os dejamos con dos links muy interesantes sobre Alberto Corazón: – Carta desalentada, de Alberto Corazón, a mis colegas diseñadores […]
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