MAGAZINE DE DISEÑO, CREATIVIDAD GRÁFICA Y COMUNICACIÓN

La libertad de prensa se mide en humor gráfico


Hace ahora 115 años se fundó ¡Cu-Cut!, una revista gráfica satírica de corte marcadamente catalanista, fuertemente alineada con las ideas nacionalistas de Prat de la Riba. Gran parte de los caricaturistas que formaron la revista procedían del diario La Veu de Catalunya, donde escribían de forma habitual algunos de los autores responsables del ideario nacionalista catalán, como Cabot i Rovira, Narcís Verdaguer, Cambó o el propio Prat de la Riba.
En noviembre de 1905, tan sólo tres años después de la primera edición de ¡Cu-Cut!, un centenar de militares tomaban al asalto la redacción de la revista. Su delito, publicar una viñeta antimilitarista en el número anterior. Viendo ahora esa viñeta, descontextualizada de su momento histórico, no vemos qué pudo ser tan grave para que los militares decidieran pasarse por la piedra nuestra arcaica libertad de prensa. Pero lo fue. Aquella viñeta de Joan Junceda cambió gobiernos, leyes y libertades.
Después de aquel asalto tuvo que dimitir, tras sólo un par de meses de gobierno, el presidente Montero-Ríos. Su sucesor firmó la que, posiblemente, haya sido la ley más opresiva contra el nacionalismo catalán. La Ley de Jurisdicciones fue la respuesta del gobierno liberal al asalto a ¡Cu-Cut!, en la que se daba poderes a los tribunales militares para juzgar “las ofensas orales o escritas a la unidad de la patria, la bandera y el honor del ejército”. El recorte de libertades era para toda España, pero sin duda dejaba sin voz a los que abogaban por un nacionalismo separado del español.
En 1908, Feliu Elias “Apa”, que había sido dibujante de ¡Cu-Cut!, funda su propia revista gráfica satírica, Papitu, que se convertirá en otro referente del catalanismo, pero desde un punto de vista más izquierdista. También esta publicación se convierte en blanco de la Ley de Jurisdicciones, y el ejército pronto encausa a Apa, que huye a Francia dejando a Papitu en caída libre hasta que la publicación desaparece del todo en 1910.
¡Cu-Cut! siguió, pero con pies de plomo y el aliento de los militares en la nuca, atentos a todo lo que decía en sus páginas. Finalmente, y con la caricatura del català de Cornet, que identificaba la revista convertido en símbolo del nacionalismo, publicó su último número en 1912. La Ley de Jurisdicciones aún se mantuvo diecinueve años más.
La que lió un chiste.
Ciento doce años después, aquel episodio nos puede parecer desproporcionado, pero es sólo porque lo vemos desde la distancia. Pensando en el encarcelamiento de los titiriteros por enaltecimiento del terrorismo, los juicios por tweets mofándose de Carrero Blanco, la aprobación de la Ley Mordaza, la muerte de toda la redacción de Charlie Hebdo por una viñeta de Mahoma, la fuga de los humoristas de El Jueves por la censura en una portada sobre la Casa Real… uno puede ver ciertos paralelismos entre aquel principio de siglo y éste. Aún más con el humor gráfico, que siempre ha sido –o debería ser– el bufón de la prensa escrita; el último reducto de libertad entre artículos políticamente alineados, el clown al que se le permitía saltarse la línea ideológica del diario para, disfrazado de humor, abrir heridas y remover conciencias.
El penúltimo en caer ha sido el gran Eneko, precisamente por tres chistes sobre lo que ha sucedido en Cataluña desde el 1 de octubre. El 26 de septiembre, cinco días antes del famoso 1-O, Henneo Media –antiguo Grupo Heraldo– relevaba a Arsenio Escolar en la dirección del diario 20 minutos, en el que Eneko llevaba colaborando desde el primer número. En el puesto de Escolar entraba la muy fiel Encarna Samitie para dar un nuevo rumbo a la línea editorial del diario. Durante los 30 días siguientes sucedió algo que no había pasado en los 17 años anteriores: dos de las viñetas de Eneko fueron censuradas y no se publicaron en su espacio habitual. Ambas versaban sobre el tema de Cataluña y la actuación de los Cuerpos de Seguridad del Estado tras el 1-O.
Apenas treinta días después del cambio en la dirección, 20 minutos informaba a Eneko que prescindía de sus servicios.
Sólo unos días después, como en la antigua Ley de Jurisdicciones, el subdirector de El Jueves es imputado por un delito de injurias contra la Policía. ¿Saben sobre qué iba el chiste? Exacto: sobre la presencia policial en Cataluña.
Evalúen ustedes. Publicado en Visual 189

Texto: Nano Trias (www.obaku.es/zenblog)

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