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Lola Dupre. El collage como evolución natural


Primeras marcas y cabeceras internacionales se disputan los collages de Lola Dupre, unos trabajos que exploran el terreno de la ilustración y que están más cerca de los grandes maestros de la pintura que del surrealismo y lo onírico.

lola dupre

Hay nombres que generan, quién sabe por qué razones, una atracción especial en el que los escucha. No es nuevo. Ahí están los seudónimos o los nombres artísticos para confirmarlo. Si bien Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto suena bastante bien, Pablo Neruda funciona mejor si te quieres dedicar a la literatura. No digamos ya los nombres de Jeffrey Hyman, John Cummings, Douglas Colvin, Marc Bell y Thomas Erdelyi que, aunque son muy respetables, si quieres dedicarte al punk, mejor Joey, Johnny, Ded Dee, Marky y Tommy, Ramones. Sin duda.
Los nombres y los apellidos funcionan como las asociaciones de imágenes de los collages. Piezas procedentes de diferentes fuentes que generan esa nueva obra en la que hay mucho de azar, tradición, familiaridad, extrañeza, experimentación, intencionalidad y que es una invitación a que las puertas a la imaginación se abran.
Con Lola Dupre sucede algo similar. Su nombre, con esa mezcla de exotismo latino y sofisticación francesa, invita a imaginar quién está detrás de él. La información disponible en internet y las redes sociales no hace más que aumentar la incógnita y el atractivo: nacida en Escocia, Lola reside actualmente en Sevilla después de haber vivido en Suiza, Portugal y Francia.
Desde la ciudad andaluza produce collages artesanales con un estilo innovador y extremadamente personal. Algunos de los cuales pueden verse en exposiciones de arte, y otros en las cubiertas de la colección de Clásicos Penguin o en la portada de cabeceras como Time.
Definitivamente, Lola Dupre, suscita un interés que aumenta cuanto más se sabe de ella y de su asombrosa capacidad creativa. ¿Lo dudan? Sigan leyendo.
Siempre me interesaron las artes. Cuando era pequeña mi familia tenía láminas de El Greco, Hieronymous Bosch, Hannah Hoch, Dalí y otros muchos. Esas influencias hicieron que, en un primer momento, comenzase a experimentar con la animación, especialmente con la técnica del stop-motion. El collage es una especie de evolución natural de todo eso. La composición del plano cinematográfico es más o menos como la del collage, que uno sea para generar la animación y el otro acabe en las páginas de una revista es irrelevante
Esa evolución natural de la que habla Lola Dupre no es algo que sucediera de inmediato. Entre los experimentos de animación y el collage probó con otro tipo de técnicas y vías de expresión creativa como la música, el cine, la fotografía, la escritura creativa, la pintura…
Pero ahora estoy muy concentrada en el collage. Es algo que me mantiene muy ocupada porque siempre que puedo intento experimentar diferentes técnicas. Nuevas formas de sobreponer el papel, formar nuevos patrones que se puedan repetir.
Las piezas de Lola Dupre destacan por la repetición y sobreposición de elementos, en muchos casos texturas o pequeñas partes de figuras, que al sumarse van dando forma a nuevas figuras o deformaciones de las existentes en las que los volúmenes juegan un papel muy importante. Un trabajo pulcro, elegante y muy cuidado que, debido a su matemática exactitud, parece hecho con herramientas digitales.
Amo el papel. Amo el hecho tangible de la pieza acabada. Me gusta cómo el arte final tiene textura y cómo parece diferente cuando se coloca bajo una iluminación distinta. Por eso, aunque le tengo mucho respeto al arte digital, aunque durante mucho tiempo me ha inspirado el collage digital, y aunque incluso me gustaría experimentar con él si tuviera tiempo, lo que yo hago es cortar todo con tijeras y pegarlo después en un cartón.
Días, semanas, horas… Cada collage es diferente y su tiempo de ejecución también. Sin embargo en lo que coinciden todos es en tener formatos medios aunque su efecto de algunas de ellas en el espectador, como el caso de los retratos ecuestres, es de estar ante piezas de dimensiones gigantescas.
La verdad es que no me interesa mucho realizar piezas más grandes de las que hago, porque supondría una gran inversión de tiempo y eso obligaría a que estuvieran acompañadas de un gran encargo. Me gusta trabajar en formatos como el A4 y en ocasiones el A3. Es un formato que parece más propio de bocetos pero que facilita que pueda hacer realidad mis ideas. En ocasiones he hecho piezas de 1,5 metros y, aunque es divertido, es un formato agotador para mí.
Mientras llega ese gran encargo que exija collages de grandes tamaños, Lola Dupre trabaja para algunas de las compañías más importantes a nivel mundial.
Recientemente he hecho proyectos muy interesantes con los equipos creativos de Nike Basketball, Penguin Books, Time magazine, Maxim magazine y, por lo que veo, 2016 va a estar muy atareado con proyectos de ilustración. Los clientes y editores están muy receptivos hacia mi estilo y por mi parte estoy muy interesada en proyectos relacionados con la moda.
Hace no mucho hice un editorial de gafas para Eye magazine con Lisa Carletta, en el que lo único que no toqué fueron las gafas. Y ahora estoy trabajando en un editorial de moda con la fotógrafa Rebekah Campbell en el que cambiaré todo, modelos, fondos, salvo los vestidos. Esas son las cosas que más me interesan. Además como los vestidos provocan que se cambie apariencia de la forma del cuerpo, eso es para mí algo muy interesante.
El hecho de que revistas de prestigio acepten este tipo de trabajos para sus artículos es todo un logro. No solo por la innovación visual en ese tipo de publicaciones, sino por el respeto que supone esa actitud para un ilustrador que desarrolla una obra personal y diferente, que además exige tiempos de producción generosos y en la que es complicado incorporar cambios de última hora.
Todo el mundo entiende que en el collage los plazos más largos son parte del proceso, de la misma manera que el estilista necesita tiempo para elegir la ropa y el retocador para hacer los retoques finales. En todo caso, siempre llegamos a tiempo porque puedo trabajar rápido cuando es necesario. Incluso cuando hay que hacer cambios, que es una cosa que depende mucho del cliente con el que trabajes. Con algunos he tenido que hacer hasta quince versiones antes de que se decidieran por una y en otros casos me dejan libertad para que haga lo que yo quiera y experimente.
La búsqueda de la belleza y sus límites son dos de los elementos que guían la experimentación creativa de Lola Dupre. Un camino que esta ilustradora prefiere recorrer en compañía.
En los próximos años me gustaría seguir desarrollando proyectos de moda porque en ese sector hay mucho espacio para experimentar y probar cuáles son los límites del collage. Por eso siempre busco colaborar con otros profesionales porque sin ellos no sería posible desarrollar ese tipo de proyectos. Me encanta ser parte de un equipo creativo donde todo el mundo es esencial y todo el mundo es una gran influencia para el resultado final. ß

Texto: Eduardo Bravo

publicado en Visual 182

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