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Nina Palomba. Sueños animados en Technicolor


La pasión por el arte puede aparecer en cualquier momento y cambiar la vida de todos aquellos que se dejan sorprenderpor su magia. Cuando Nina Palomba era pequeña, sus padres le regalaron un cuaderno para colorear con personajesde dibujos animados de los años 40, y tanto ella como su hermana cayeron rendidas ante los encantos kitsch de Betty Boopy Andy Panda. Esto marcó el inicio de una afición que la ha llevado a buscar la creatividad en los rincones más insospechadosy a desarrollar un estilo de ilustración muy personal. No en vano, sus experiencias diarias aparecen reflejadas en cadauna de sus obras. Después de estudiar en Chicago y de vivir una temporada en Nueva York, se trasladó a Los Ángelescon el objetivo de seguir evolucionando comoartista y, gracias a un encuentro fortuito en una tienda de comestibles,entró a trabajar como productora en la industria del cine de animación. Desde entonces compagina los murales de gran formato, el dibujo y el lettering con la fabricación de decorados y miniaturas para la gran pantalla. Bienvenidos a estaaventura que demuestra que los sueños también pueden ser en Technicolor.

 
Álbum palomba

Te propongo remontarnos a los inicios de esta apasionante historia marcada por la pintura y el cine de animación. ¿Podrías contarnos de dónde eres y cuándo descubriste tu pasión por el arte?
¡Soy del salvaje oeste! Nací y crecí en Jackson Hole, en el estado norteamericano de Wyoming. Mi introducción al mundo del arte fue cuando era pequeña y mi familia siempre me ha apoyado para que emprendiera este viaje creativo. Creo que mis padres vieron muy temprano que me interesaba el dibujo y, desde ese momento, me ayudaron a alimentar el deseo y la pasión que sentía para hacer las cosas de ese modo. Mi hermana y yo estábamos obsesionadas por el personaje de Betty Boop y creo que eso fue lo que realmente me ayudó a dar el paso para estudiar bellas artes en la universidad.
Mucha gente afirma que el arte no puede enseñarse en una clase porque es algo innato. ¿Cómo fue tu experiencia en la School of the Art Institute of Chicago y qué cosas te han servido a lo largo de tu carrera?
El arte no puede enseñarse de manera concreta porque todo lo que representa es subjetivo para quien lo está haciendo y sólo responde a su propia visión de las cosas. Se trata de algo intransferible y la voz creativa de cada persona es distinta ¡Y esto puede que sea la mejor parte! Mi experiencia como estudiante fue muy interesante. Al principio me matriculé en una escuela para aprender tantas técnicas como fuera posible. Cuando pedí el traslado a la School of the Art Institute of Chicago, no sabía que su plan educativo se basaba en la idea de “hacer arte” y no necesariamente en el “cómo hacerlo”. Eso supuso un giro muy interesante en mi trabajo y en el uso de mis habilidades técnicas. Creo que me ayudó a ser una artista más completa y eso se hace evidente en mi carrera más allá de la pintura.
Una de las vertientes más importantes de tu trabajo es la realización de grandes murales. ¿Cómo describirías estas experiencias fuera del estudio con grúas para subir a lo alto de paredes?
Empecé a hacer murales hace unos cuatro o cinco años. Mi estilo ha ido evolucionado, pero siempre me lo he tomado como una buena manera de incorporar mi amor por la cultura pop y los dibujos animados retro. Tuve la suerte de aprender el proceso de crear este tipo de obras de gran formato en mi tiempo libre de la universidad, mientras trabajaba en empresas que realizaban carteles y anuncios. Como sucede con la mayoría de proyectos, el éxito de los murales se reduce a la preparación y a la coherencia de los bocetos. Si los planificas con anticipación, no importan ni el tamaño ni los obstáculos que puedas encontrar durante la producción, porque siempre podrás completarlo a tiempo. Las cosas nunca son perfectas, pero con la pintura puedes volver y arreglar los detalles.
Visto en perspectiva, el denominador común entre tus murales y tu trabajo comercial es el papel central de la ilustración. ¿Podrías explicarnos qué proceso creativo sigues y qué técnicas utilizas?
Mis ilustraciones comienzan con un boceto. A veces son muy simples y otras son más detallados. Apenas dedico tiempo al desarrollo de las ideas en esta fase inicial. Creo que pensar demasiado puede hacer que un concepto parezca estático. A partir de ahí, traslado el boceto a un formato mayor (ya sea en un lienzo o un panel) y me animo a pintar. Los colores claros siempre van primero. La última etapa es cuando los elementos de la ilustración se fusionan con los contornos. ¡Esta es la mejor parte del proceso! Para crear personajes añado lo que me gusta llamar una línea de estilo. Es el detalle más importante a la hora de representar un rasgo de personalidad. Puede ser la forma en que el cabello se ondula o la curva de la sonrisa. Es como la guinda del pastel. Mi técnica favorita es la pintura en aerosol porque me gusta moverme rápido, así que elijo los medios que funcionan de esa manera.
En tu web explicas que colaboras habitualmente en la creación de decorados para películas, series de televisión y anuncios. Supongo que estos proyectos son un soplo de aire fresco en tu rutina.
Trabajar en la industria del entretenimiento es una vía de escape de mi obra personal. A veces siento que dedicarme a la producción es como tener un alter ego. Aunque la principal diferencia entre el mundo del cine y de la publicidad respecto al del arte es, simplemente, colaborar con un equipo. Es crucial saber comunicar mis ideas a los animadores o modeladores porque todos trabajamos juntos para lograr un mismo objetivo. Ser diseñadora de producción es una gran responsabilidad, pero también resulta muy divertido. Me gusta confiar en la gente implicada porque cada proyecto te ofrece nuevas lecciones. Además, el proceso creativo puede ser un gran desafío. Ten en cuenta que cada paso desde el concepto inicial hasta la fabricación debe ser aprobado por alguien. Esto hace que todo vaya muy lento. Al diseñar tengo que ajustarme a un calendario y debo concentrarme en cada detalle. Es muy importante tener una visión completa mediante bocetos para que el equipo lo entienda bien y vayamos por el mismo camino.
Uno de los apartados que más me ha llamado la curiosidad de tu portfolio es que también estás especializada en la fabricación de miniaturas para películas de animación en stop motion.
Hacer miniaturas es una de mis actividades favoritas, junto con los murales. Tuve la suerte de estar en el lugar correcto y en el momento adecuado para entrar en el mundo de la producción. Mis inicios en el stop motion fueron inesperados. Las personas con las que he trabajado me han dado oportunidades para demostrar mi valía y enseñar a los clientes de lo que soy capaz. Al principio tuve un par de mentores que me guiaron con sus consejos y me hace muy feliz ver hasta dónde me ha llevado esta pasión. Me ha supuesto un esfuerzo enorme y muchas horas extras poder estar en la posición que estoy. Pasar de asistente de producción a diseñadora de producción es un gran salto, pero gracias a las personas que han creído en lo que hago he podido conseguirlo en un plazo bastante corto. Trabajar en stop motion es un gran logro y me enorgullezco mucho de esta profesión.
Los más jóvenes han crecido con la animación digital en 3D y no saben que hay otras maneras de contar historias. ¿Cómo es el proceso creativo para un proyecto de animación tradicional?
El proceso de hacer miniaturas es similar al de pintar, aunque entran en juego más elementos y el nivel de detalle es más alto. En la fase de fabricación me encargo de hacer pequeñas “piezas” que corresponden a una visión global, por este motivo los cálculos tienen que ser correctos y debo prestar mucha atención a cada parte individual. Por ejemplo, si estoy construyendo una nevera para una cocina en miniatura, debo asegurarme de que se ajusta proporcionalmente al espacio disponible y también al resto de electrodomésticos que aparecerán en esa secuencia. El hecho de trabajar con varias personas en los mismos sets nos obliga a que haya una buena comunicación, tanto en el rodaje como en el proceso creativo. Mi función como diseñadora de producción es asegurarme de que los conceptos quedan claros para que mi equipo comprenda la visión general y la forma de llevarlos a cabo.
Una de las cosas que más llama la atención de tus obras es el uso masivo de iconos pop, tanto de cómics y películas, como de dibujos y moda. ¿Por qué te gustan tanto estos elementos?
Mi relación con los dibujos animados de antaño es muy personal. A veces siento como si formara parte de en una generación equivocada. Hay algo mágico en los inicios de la animación. Fue una época inocente de descubrimiento con un propósito muy complejo: los dibujos animados y los cómics se hicieron por la necesidad de reír y de encontrar la alegría en momentos bastante duros de nuestra historia. Ésta es una idea muy simple y pura. También estoy fascinada por la mitología de los cómics. He pasado por fases en las que me han obsesionado su estructura y la evolución de su estilo a lo largo de los años. Hay cómics y dibujos contemporáneos preciosos que son muy llamativos y destacan por su originalidad, pero nada podrá superar jamás a los comienzos de ese mundo. Fue muy especial.
Esto nos lleva a dos aspectos muy destacados en tus obras: la tipografía y el lettering. ¿Qué te llama la atención de estas técnicas que están ganando cada vez más adeptos en todo el mundo?
Soy una gran admiradora de la tipografía y del lettering. Desde que era pequeña me han gustado los carteles y los elementos de señalización. La escritura a mano alzada es una forma de arte muy hermosa y siempre me ha llamado la atención. Es una estética que siento como una parte propia, junto con los dibujos animados antiguos. En mi obra, todos los elementos de escritura están hechos de manera artesanal. He trabajado muy duro para desarrollar un estilo propio en el lettering y trato de expresarlo de tantas maneras como sea posible, ya sea en proyectos comerciales o cosas más personales.
¿Podrías explicarnos cómo es un día normal de trabajo en tu estudio y cuál sería la banda sonora ideal para inspirar una ilustración o los bocetos previos de un gran mural?
Me gusta pensar en mi mundo creativo como un diario en forma de cómic. La mayoría de momentos que vivo, ya sean buenos o malos, acostumbran a convertirse en pinturas o ilustraciones. Mi elenco de personajes es una representación de las personas que se han cruzado en mi vida. Las obras que más aprecio tienden a reflejar mi vida de manera directa. Me gusta que mis cuadros puedan verse como obras divertidas y caprichosas, además de conceptuales. La música que más escucho mientras trabajo es de la década de los 50. Frankie Lymon es uno de mis cantantes favoritos de todos los tiempos. También me encantan The Marvelettes, The Clovers y The Temptations. Es una música dulce que me hace feliz. Me encantaría que mis obras formaran parte de ese reino tan especial y espero conseguirlo algún día.
En el mundo globalizado actual, tus obras pueden interpretarse como una vuelta de tuerca a la cultura de masas. ¿Crees que el arte todavía puede influir de algún modo en la sociedad?
Independientemente de los cambios que vemos en el mundo que nos rodea, creo que podemos garantizar que el arte no dejará de marcar la diferencia. El verdadero arte proviene del corazón y la gente siempre verá la luz en eso. Es cierto que las redes sociales han revolucionado las cosas, pero es algo negativo y positivo al mismo tiempo. Resulta increíble porque nos permite compartir nuestro trabajo con personas de todas partes. Sin embargo, existe tal saturación de imágenes y de contenido que es muy difícil destacar. Las redes sociales también pueden ser una distracción porque pasamos gran parte del día mirando a una pantalla. ¿Cómo podemos alejarnos de eso y crear libremente sin la necesidad de tomar una foto de cada cosa que hacemos? A pesar de ser un desafío, me ha permitido conectar con una comunidad y, más que nunca, me ha demostrado la importancia de compartir lo que hago con otra gente.
Para terminar la entrevista, una pregunta de ciencia ficción: si tuvieras una máquina del tiempo ¿a qué época te gustaría viajar y a qué personaje histórico te gustaría conocer?
Me gustaría conocer a Max Fleischer, Alex Raymond y, por supuesto, Walt Disney. Estos hombres son tan icónicos para mí y para lo que hago, que cualquier oportunidad de escucharlos hablar sobre dibujos sería increíble. Me encantaría saber qué caminos tomaron para que todos nosotros disfrutemos riendo y seamos felices con ideas tan simples. Espero que nuestras estrellas se alineen algún día y pueda echar un vistazo más profundo al maravilloso mundo de los dibujos animados de esa época. Publicado en Visual 193

Texto: David Moreu / Web de la artista: http://nina-palomba.squarespace.com

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