A pesar de su nombre, el movimiento Slow (lento) surgió en Italia en los 80’s y en el ámbito de la gastronomía, como contestación a lo que se conoce como fast food. La fast food, en realidad, no designa solo la comida rápida de engullir, sino aquella que se prepara en poco tiempo y que, consecuentemente, tiene que utilizar ingredientes estandarizados. El movimiento Slow, por el contrario, propugna utilizar los ingredientes locales dentro del respeto a los cambios estacionales, y procesarlos de forma respetuosa, que ponga en valor, como se dice ahora, la diferencia, la calidad y la excepción.
One comment on “Slow Design”
[…] un excelente artículo de la revista Visual, Xènia Viladàs nos define de forma sintética las premisas de este movimiento, al que, a […]
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