MAGAZINE DE DISEÑO, CREATIVIDAD GRÁFICA Y COMUNICACIÓN

Este trabajo me mata. Salir tarifando


“Hola, vamos a montar una empresa nueva dedicada a las tartas y dulces, y me gustaría que nos presupuestárais la identidad corporativa con manual de aplicación, un folleto promocional en A5 a 4/4 y el diseño de la papelería corporativa. Necesitamos todo desglosado por conceptos. Sería entregar los artes finales, porque conocemos una imprenta de un amigo que nos lo imprime. Gracias. Lorena (lorena.loquesea@gmail.com)”
Estimada Lorena. Te veo muy verde en esta profesión, así que he preferido dedicar el tiempo que tardo en hacer un presupuesto a escribir estas líneas. A ti te servirá de aprendizaje y a mí, de terapia. Espero que te sea útil. Publicado en Visual 162

Llevo unos cuantos años en esta profesión. En ellos he tratado con empresarios, administraciones, emprendedores, organizaciones y departamentos de comunicación. Con algunos llevo trabajando muchos años, y de ninguno he oído jamás que encarguen una “identidad corporativa” en vez de un “logotipo”. Mucho menos saben qué es un A5, que ellos llaman cuartilla o, la mayor parte de las veces, “la mitad de un folio”. También es raro que un cliente pida el manual de aplicación para una pastelería, en vez de pedir los jpgs en grande y pequeño y una plantilla para el Word; pero todas las alarmas instaladas en mi cuerpo saltan al unísono cuando una futura pastelera me pide el folleto a 4/4.
Puede ser que tu amigo impresor te haya asesorado, pero una imprenta que no ofrece servicios de diseño es aún más raro que todo lo anterior. Si sumamos que me pides el presupuesto desde una cuenta de mail gratuita, y que todas las semanas recibo un mail similar al tuyo, me da que este presupuesto no iba a proporcionarme muchos ingresos.
Supongo por tanto que no eres una Maleni, sino una colega; recién licenciada o que ha trabajado para otros y acaba de hacerse freelance. Sea como fuere, te veo un poco despistada con el valor que debes darle a tu trabajo. Tranquila, eso hoy le pasa hasta a Sagmeister.
Hace unos meses te hubiera recomendado que te hicieras con El Valor del Diseño, que editaba la ADCV, pero ahora resulta que ese libro es a la sociedad española lo que los Versos Satánicos al Islam. Tan dañino era que la Comisión Nacional de la Competencia ha dejado en segundo plano nimiedades como la concertación de precios de la gasolina o de las tarifas eléctricas para centrarse en que los diseñadores no podamos llevar a cabo nuestro pérfido plan de tener unas tarifas de referencia y acabar así con la economía mundial.
Tiene su parte buena y su parte mala. La buena es que justo cuando creíamos que ninguna administración valoraba nuestro trabajo, llega un informe de la CNC diciendo que sí la valora: en 24.000 euretes que tendrán que pagar los valencianos por no saber la diferencia semántica entre “recomendar” y “mostrar el resultado de una encuesta”. La mala es que tú tendrás que esperar que los otros estudios a los que has pedido precios te contesten.
Si los de la CNC hubieran seguido tu ejemplo y hubiesen pedido varios presupuestos, habrían visto que eso de las tarifas concertadas en diseño es tan cierto como los unicornios o las buenas intenciones en banca. Tú y tu despiste a la hora de cobrar sois el mejor ejemplo. Desde la tienda de fotocopias de tu barrio, pasando por tu amigo el imprentero, siguiendo por los freelance hasta llegar a los estudios de diseño de más solera, cada cual oferta su producto pero todos se llaman diseño gráfico, sin distinción a los ojos de los clientes. Si se te ha ocurrido solicitar precios a un ejemplo de cada, prepara los ansiolíticos porque tu despiste va a crecer a la categoría de psicosis. El precio de la identidad pasará de “gratis si imprimes 500 tarjetas de visita” a 3.000 euros, pasando por todas las combinaciones intermedias posibles. Como te digo, ojalá la CNC hubiera seguido tus pasos, porque ahora tendríamos a todo el personal de la comisión ansiosos por fijarse en las multinacionales petroleras y olvidar a esos piraos de diseñadores y publicistas.
Poco más puedo contarte, porque comparto contigo la actual desorientación tarifaria. Solo te puedo recomendar que cobres, eso sí. Cobra lo suficiente para poder vivir de esto y que el cliente sepa que tu trabajo es valioso. No vayas con malas compañías que no valoren tu esfuerzo, como empresas de crowdsourcing que se pasan todo el día tiradas mientras los demás trabajan para ellas. Las agencias son fuertes y atractivas y te dirán que eres la única en prácticas para ellos, pero luego descubrirás que también salen con otras y a los seis meses te romperán el corazón. No te acerques a concursos de Facebook, porque no te quieren de verdad y sólo les interesa lo que a todos: verte los diseños. Vamos, lo que te diría cualquier madre.
Pues nada, Lorena. Mucha suerte con la identidad de la pastelería. Espero poder verla cuando la tengas y charlar de tus tarifas para poder decirte eso de “pues poco les has cobrado para todo esto”. Cuando tengas ganas de charlar –esta vez de colega a colega– ya sabes donde encontrarme.
Besos. Texto: Nano Trias

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2 comments on “Este trabajo me mata. Salir tarifando

Buenas Nano,

excelente artículo, gracias por publicarlo.

Comparto tu estupor sobre las acciones de la Comisión Nacional de la Competencia de éste santo gobierno; realmente es demencial no perseguir los oligopolios y multar una tarea, la del libro de tarifas recomendadas de la ADCV, que nació de forma totalmente altruista, con vocación transparente y con el único objetivo de mejorar la situación del sector.
Es una lástima el poco «ruido» que ha generado tal decisión, las nefastas consecuencias que repercutirán sobre la asociación y el precedente que sentará. La liberalización del mercado, la ley de la jungla, otra vez más, por delante de la ética y el valor social.

Y ello también lo podemos apreciar precisamente en la estrategia de ésta chica. Falta de ética, de honestidad y –ésto sí es excusable– de experiencia y formación.

Saludos! 🙂

Cuando tengo alguna llamada como esta, simplemente contesto que unos 30.000 euros. Así, al menos, simepre les quedará la duda.
Por cierto, jamás me creí demasido el libro de la ADCV. No porque dude de su rigor, más bién porque dudo de la sinceridad de los que facilitaron las tarifas. Creo a todos nos gusta, en mayor o menor grado, presumir de caché y a la pregunta de «cuanto cuesta un logo», ya puestos, decimos 30.000… Creo que nadie quiere aparecer contando miserias en este tipo de encuestas. Bueno yo he intentado colar algunos de esos precios a clientes de supuesta solvencia y por poco no lo pierdo… pero vaya, es un libro bién planteado y útil para lo que debe ser, de consulta

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